La ansiedad, junto con el TOC y la hipocondría, son algunos de los trastornos más frecuentes hoy día. Sin distinguir entre género o edad, estos problemas persiguen a un porcentaje elevado de la población que no sabe cómo deshacerse de ello de una vez por todas.
Te interesa
Rafael Santandreu: «A nivel emocional, vivir ahora es más difícil que nunca antes en la historia de la humanidad»
Rafael Santadreu, uno de los psicólogos más conocidos del país y autor de libros como ‘Sin miedo’ o ‘Ser feliz en Alaska’, afirma que para acabar con este tipo de trastornos debemos transformar nuestra mente.
En su nuevo libro ‘El método para vivir sin miedo’ (Grijalbo) demuestra que esto es posible con una selección de 20 testimonios en los que se explican los pasos que dieron sus protagonistas para superar los problemas a los que se enfrentaban. Desde entonces, no han vuelto ha experimentar ninguno de estos trastornos.
Ansiedad, TOC, hipocondría… ¿Son muy frecuentes?
No solo es que sean muy frecuentes, sino que es prácticamente epidémico. Calculo que estos problemas que son de ansiedad aguda grave lo tiene un 20% de la población, lo cual es una cantidad estratosférica. El otro día vi además unas encuestas que decían que el 40% de los españoles están bastante mal psicológicamente. Los que llevamos tantos años en la psicología ya percibíamos que había una tendencia al alza de la problemática emocional, pero en los últimos años y tras la pandemia se ha disparado, y es algo que está pasando en todo occidente.
Cada uno en su entorno conoce cada vez a más personas allegadas con problemas psicológicos.
Cuando empecé a estudiar Psicología tenía un profesor que ya hablaba de que se estaba produciendo una epidemia, pero estos trastornos de ansiedad, en aquella época, eran del 5% y a él ya le parecía un porcentaje abrumador. ¿Qué pensará ahora que es el 20%? Y lo peor del asunto es que va a ir a más, porque nosotros vemos que la tendencia está al alza y no tiene pinta de estabilizarse.
¿Y qué hace que cada vez más personas sufran ansiedad?
No tengo ninguna duda de que el factor primordial es que la vida la estamos haciendo cada vez más compleja y exigente. Si tú comparas con nuestros abuelos, ese nivel de autoexigencia ha aumentado de una manera estratosférica: tienes que ser delgado, tener muchos amigos, éxito, ser extrovertido… Lo que va paralelo al hecho de que existen muchas oportunidades. La parte mala de haber prosperado es que convertimos esas oportunidades en necesidades absolutas y requisitos mínimos.
¿Esto tiene solución?
La única solución es que estés muy bien amueblado mentalmente, es decir, aprender mucha inteligencia emocional, porque este es el antídoto. Incluso si lo haces muy bien, te podrás aprovechar de todas estas ventajas del mundo moderno pero sin entrar en la ansiedad ni volverte loco. Esa es la clave.
«El ser humano puede cambiar su propia mente; incluso te diría que su propio carácter», Rafael Santandreu
Y este libro es la prueba de que se consigue.
Este libro, una de las cosas más bonitas que tiene, es que es una prueba clara de que las personas pueden transformar su mente. Hay 20 testimonios de personas que ellas mismas se han curado y han cambiado su manera de ver y de sentir. Así que la buena noticia es que el ser humano puede cambiar su propia mente; incluso te diría que su propio carácter.
¿Entonces podemos llegar a controlar la mente?
Es lo que se llama neuroplasticidad. Lo vemos en personas que estaban completamente obsesionadas con problemas de salud, durante años y años, que eran un manojo de nervios y han hecho unos ejercicios durante meses, duros, eso sí, pero han conseguido transformar su mente. Entonces, te va a costar un esfuerzo que quizás no hayas hecho nunca antes, pero uno de los testimonios del libro dice algo que me parece muy bonito: «Es como si hubiera ido al Ikea y me hubiesen cambiado el cerebro por uno nuevo, porque ya no siento ansiedad por primera vez en 30 años».
Cambiar la mente, ¿se puede hacer de forma definitiva? Hay gente que se cansa de remar contracorriente…
Eso es verdad, porque si no tienes una buena técnica para transformar tu mente, es posible que des vueltas alrededor de un mismo punto y no consigas el objetivo.
En el libro hay un testimonios que superó un trastorno de ataques de pánico hace 10 años y que lo hizo hace 20, y son dos ejemplos de personas que lo hicieron bien y en todos estos años no han vuelto a tener ansiedad e incluso ni se acuerdan de ello. Si lo haces bien y remodelas tu mente completamente, no vuelve. Ahora si lo haces a medias, sí es posible que tengas recaídas.
¿Quiere decir que se puede acabar con la ansiedad o se trata más bien de aprender a controlarla?
Se trata de acabar con ella 100%, lo cual no significa que no vayas a tener nervios o estrés en tu vida, porque para eso te tendrías que tomar un Valium constantemente y eso no es lo que queremos. Las personas que salen en el libro dicen que ahora son libres, porque pasan nervios, pero moderados, y cuando pasa el problema vuelven a estar bien. Esa flexibilidad mental es maravillosa, pero lo que es ansiedad, eso no lo debería de tener nadie.
«La evitación es gasolina para el miedo y la ansiedad», Rafael Santandreu
¿Hay alguna técnica para conseguirlo?
Sí, por ejemplo, para el miedo agudo, que se da en casos de ataques de pánico, hipocondría o TOC, lo que está comprobado es la terapia de exposición. Se trata de exponerse voluntariamente, de manera diaria, intensa y continuada a lo que más miedo te da, y se ha comprobado que ese miedo agudo desaparece. Estos testimonios afirman que curarse ha sido lo más difícil que han hecho en su vida, pero yo les pregunto: ¿Ha valido la pena? Y dicen que han vuelto a nacer y se conocen como nunca se hubieran imaginado.
Pensamientos intrusivos, ¿es posible acabar con ellos?
Sí, se puede. Las personas que superan esta tendencia de entrar en bucle lo hacen cuando dejan de tener miedo a ese pensamiento y son capaces de dejarlo pasar. Entonces dura décimas de segundo.
Pasar del pensamiento y no contraargumentarlo.
En psicología lo llamamos compulsionar. Este es el acto con el que tratamos de calmar esa ansiedad que produce el pensamiento. Y eso hay que dejarlo de hacer. Quien tiene un TOC de la limpieza tiene que dejar de limpiar o quien tiene hipocondría tiene que dejar de chequearse el cuerpo o ir excesivamente al médico. Al final compulsionar es una forma de evitación y nosotros vemos que la evitación es el gran amigo de la ansiedad. Cada vez que evitamos algo por miedo, el miedo aumenta. En psicología decimos que hay que evitar evitar, has de afrontar.
Por eso los tranquilizantes son un arma de doble filo, porque es cierto que tranquilizan químicamente, pero es una forma de evitación y el miedo aumenta. En el momento estarás más tranquilo, pero cuando se te pase el efecto, ese miedo habrá aumentado. La evitación es gasolina para el miedo y la ansiedad.
En el caso de la ansiedad, ¿primero tendríamos que saber qué nos la provoca?
Un trabajo es definir a qué le tengo miedo exactamente. En estos trastornos de los que hablamos en el libro, las personas le tienen miedo al propio miedo, a las sensaciones internas: que el corazón le vaya deprisa, esa opresión en el pecho, mareo… Pero tiene que darse cuenta de que si le deja de tener miedo al propio miedo, esas sensaciones desaparecerán.
Por ejemplo, en el TOC la gente le tiene miedo a los propios pensamientos, pero si se acostumbran a ellos y los conocen bien, se harán amigos de ellos y esto desaparecerán.
Una vez superado, ¿cómo evitar recaídas?
No recaerás si haces el trabajo hasta el final. Es decir, si te desensibilizas al miedo completamente. A partir de una mejoría del 96 o 98%, ya no se vuelve a recaer, pero tienes que exponerte una y otra vez hasta que tu mente sepa que ya no le tendrás miedo nunca más.