Si eres de esas personas que se ‘pasan’ su medicina con el café mañanero esto te puede interesar: tal vez no deberías seguir haciéndolo, ya que podría tener efectos adversos y afectar tu salud. Esto es lo que dicen los expertos.
Las rutinas en las mañanas suelen ser un poco apresuradas: nos bañamos, vestimos, desayunamos y tomamos el café que necesitamos para poder empezar el día tal y como se debe. Existen muchas personas que, en verdad, no podemos iniciar el día sin una taza de café pero hay veces en que nuestra rutina se modifica porque nos enfermamos y tenemos que comenzar a tomar algún medicamento.
Algunas personas se lo toman directamente con su café que nunca puede faltar en las mañanas pero, tal vez esto podría no ser tan bueno para la salud, ya que podría impedir que los fármacos se absorban y se distribuyan eficientemente.
Hay que recordar que las bebidas con cafeína estimulan el sistema nervioso central, por lo que si lo que buscas es producir un efecto sedante o tranquilizante, podría interferir, contrarrestar o anular el efecto de medicina especializada, aunque varía dependiendo de cada caso, por lo que es mejor leer las indicaciones.
Esto es lo que puede suceder si tomas tu medicina con café
La cafeína es un estimulante que actúa sobre el sistema nervioso y tiene un efecto variable según la persona, en algunas provoca repudio y ansiedad, mientras que en otras activa el cuerpo, fomenta la concentración, el estado de alerta y esto puede generar un efecto adverso a la hora de incorporar las sustancias de los medicamentos en tu sistema.
Si es en el hígado, la interferencia podría hacer que el medicamento se acumule en el organismo. Esto es un problema para cierto tipo de tratamientos, pues el aumento en la concentración podría generar peligro, por ejemplo, a pacientes con esquizofrenia.
Los efectos secundarios de la cafeína puede provocar que las sustancias de los medicamentos no actúen como deberían.
“Son fármacos que no da igual que haya un poco más de concentración. Puede ser peligroso que aumente”, añadió. Además, al combinar estas sustancias el efecto podría potenciarse, disminuirse o inhibirse, por lo que algunas veces se aconseja tomarlos a primera hora del día con el estómago vacío. Obvio esto último no aplica con todos los medicamentos, pero lo mejor es acatar a las indicaciones del médico.
El café con leche tampoco es una opción, porque la leche también puede evitar la absorción de algunos grupos medicinales, como la tetraciclina.
“Ese complejo pasaría por todo nuestro sistema digestivo hasta eliminarse por las heces sin absorberse en ningún momento a través de las paredes gastrointestinales, sin llegar a la sangre y sin cumplir su objetivo”, explicó.
Así que ya sabes, tu café mañanero puede esperar un poco. Lo mejor es que tomes tus medicamentos después de desayunar, con un poco de agua simple o té. Después, ya sin ningún problema o complicación, podrás tomarte tu ansiada taza de café.
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