‘Mi reino por un taco de suadero’: pero qué tanto daño hace comerlo, según expertos

¿Hay algo más chilango que tacos de pastor, suadero y campechanos? ¡No lo creo! Nunca falla que si nos da hambre en la tarde o noche podemos fácilmente salir a nuestra taquería de confianza o pedir a domicilio unos cuantos tacos. Ya sea para cenar viendo una película o ‘bajonear’ después de una fiesta, nunca falla ‘echarse unos taquitos’ deliciosos de suadero, pero ¿será verdad que sí hacen daño comerlos?

Más de una vez el “no alcancé a desayunar” o “no tuve tiempo de cocinar” se convierte en la excusa perfecta para frecuentar distintos puntos de comida callejeros. Los hábitos alimenticios son un indicador vital en la salud de las personas, de ahí que el cuidado de muchas enfermedades dependa de esto, así como el nacimiento de otras, tales como obesidad, diabetes o problemas del corazón, pero, ¿qué tan saludable es comer esta deliciosa garnachita?

¿Cómo nos pueden hacer daño?

Se ha dicho que los mexicanos tienen un estómago más fuerte debido a su tendencia a consumir alimentos en la calle, pero según el investigador Delgado Suárez, esto es un mito. Las estadísticas muestran que la incidencia de salmonelosis en México es cuatro o cinco veces más alta que en Estados Unidos y la Unión Europea.

“En México, tenemos un promedio de 60 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que en Europa son 12 y en Estados Unidos son 16. Así que ese mito de que tenemos un estómago más fuerte o que hemos desarrollado una inmunidad por consumir demasiados alimentos en la calle, es solo eso, un mito”, concluyó Delgado Suárez, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Usualmente encontramos nuestros ricos taquitos en puestos callejeros o en locales establecidos, pero que exhiben el trompo y la parrilla para que el olor delicioso de la carne nos seduzca. Sea cual sea la garnacha, siempre hay un poco del local que deja a la vista de los comensales los productos para que podamos echarles un ojo. ¿Si de la vista nace el amor, qué tiene de malo eso?

Estos alimentos pueden ser elaborados en condiciones insalubres, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades de transmisión alimentaria (ETA).”Hay muchas limitaciones en puestos callejeros, como la falta de un lugar para el lavado de manos y refrigeración adecuada de los alimentos”, agregó en una entrevista publicada en la Gaceta de la UNAM.

Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, México registró 3 millones 457 mil 964 casos de enfermedades infecciones intestinales en 2022, con más de 23 mil casos por intoxicación alimentaria bacteriana. Según Ciencia Latina, más del 70% de los casos de ETA se originan debido a una manipulación inadecuada de los alimentos.

Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), existen tres tipos de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAS):

Infección: ocurre cuando se ingiere alimentos que contienen microorganismos patógenos vivos, como salmonella, shigella y el virus de la hepatitis A, entre otros.

Intoxicación: se produce cuando las toxinas generadas por bacterias o mohos se encuentran en el alimento ingerido o en elementos químicos en cantidades perjudiciales para la salud.

Toxinas: éstas generalmente no tienen olor ni sabor y pueden causar la enfermedad incluso después de la eliminación de los microorganismos.

Aunque cenar tacos sea una tradición deliciosa y práctica, puede tener un efecto negativo en nuestro sueño nocturno. Según especialistas en nutrición de la UNAM, los ingredientes grasosos y condimentados de estos platillos pueden darte una mala pasada. Esto, pese a ser un verdadero deleite para nuestro paladar, puede afectar nuestra calidad de sueño en la noche. ¿Por qué? Pues resulta que los ingredientes grasosos, picantes y condimentados que suelen acompañar estos platillos pueden provocar indigestión, acidez estomacal y dificultad para dormir.

En realidad, las comidas que son ricas en carbohidratos y grasas están desaconsejadas para ser consumidas antes de ir a dormir, ya que esto tendrá mayor probabilidad de generarte pesadillas, además de que ocasionaran reflujo e indigestión, dos factores que sin lugar a dudas va a impedir que tengas una noche de buen descanso.

“Las cenas copiosas ricas en proteínas o grasas son el sustrato para diversos neurotransmisores que estimulan alguna de las fases del sueño, como el caso de la de movimientos oculares rápidos, que puede incrementar la actividad onírica, es decir, que soñemos en mayor cantidad”,

expresó el Dr. Rafael Santana Miranda, responsable médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.

Prevención

Para prevenir las ETAS, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda seguir al menos cinco medidas clave:

Mantener la higiene: lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, preparar alimentos y después de ir al baño, usar agua potable (hervirla si no es segura) y materias primas seguras, y limpiar y desinfectar los utensilios y superficies de cocina.

Separar los alimentos crudos de los cocidos.

Cocinar adecuadamente los alimentos: comer huevos, carnes, pescados y mariscos bien cocidos y verificar las fechas de vencimiento de productos lácteos como la leche y las cremas.

Comprar y consumir alimentos solo en lugares autorizados: es importante elegir establecimientos con buenas prácticas de higiene e higiene en sus instalaciones y manipulación adecuada por parte de los trabajadores.

Mantener los alimentos refrigerados.

 

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