Estamos diseñados genéticamente para movernos y, sin embargo, una gran parte de la sociedad vive inmersa en una pandemia de sedentarismo. Músculos que se atrofian, falta de movilidad y flexibilidad, menor capacidad cardiovascular, envejecimiento prematuro, riesgo de padecer osteoporosis, estrés, ansiedad, falta de concentración y una menor coordinación… Las consecuencias del no moverse son tanto físicas como mentales. Por eso los expertos de la danza no dejan de buscar nuevas y más imaginativas fórmulas para promover la expresión artística basada en el movimiento, con el ánimo de captar interés y generar adherencia, pero también con la intención de aportar una salida profesional.
Una de las iniciativas recientes más interesantes en este sentido es la creación del primer título de ‘Experto universitario en danza urbana y moderna’ que la Universidad Camilo José Cela ha lanzado en colaboración con la escuela de danza WOSAP y cuya primera promoción se graduará en junio de 2023. Tal como explica Alberto López, bailarín, coreógrafo y co-director de WOSAP la creación de este título es un paso enorme para el sector de la danza en España y supone una prueba de que este campo está en constante crecimiento y con una demanda en auge por parte de muchos jóvenes. «La profesión de danza es algo muy demandado y forma parte de nuestra cultura. Se necesitan bailarines en el mundo del cine, la televisión, eventos, shows, videoclips, anuncios… etc. Por eso es importante que existan formaciones de danza de calidad», argumenta.
Tal como revela Alberto López una de las claves para entender la relevancia de este tipo de títulos reside en conocer las diferencias entre la danza urbana, la moderna y la contemporánea. Así, el experto explica que la danza urbana es una expresión de naturaleza social que destaca por sus movimientos expresivos y enérgicos y fusiona movimientos y ritmo musical englobando a la cultura urbana. «Estilos como el breaking, el popping y el locking nacieron de las calles, los barrilos y las fiestas de baile. Se inició como una forma de expresión y comunicación y ahora es más comercial, aunque no haya perdido su esencia», comenta.
En cuanto a la danza moderna y la contemporánea, aunque son similares en la técnica de ejecución se diferencian en la filosofía que rige a cada disciplina. Mientras que la moderna tiene movimientos más orgánicos en los que se usa el suelo y las caídas y las recuepracione sson parte del movimiento y la pieza coreográfica; la contemporánea tiene su base en el ballet, aunque con una expresión corporal más libre en lo que al movimiento artístico se refiere.
Una de las clases en grupo en la Escuela WOSAP.Algunos de los estilos de danza más demandados en la actualidad a nivel profesional son el hip hop, el baile comercial y el contemporáneo. Así son las claves de cada uno de ellos, según explica Alberto López:
– En el hip hop se trabaja el movimiento más controlado, expresivo, urbano y con el peso más asenado hacia el suelo. «Se trabajan coreografías de hip hop con música urbana y comercial que permiten desarrollar la memoria coreográfica, la técnica del estilo y la musicalidad. La dificultad inicial sería la técnica del ‘groove’ del hip hop para adquirir un movimiento natural y expresivo a la hora de bailar», revela.
– En el baile comercial (o ‘commercial’, tal como se define a nivel profesional) los movimientos son muy enérgicos y expresivos, como si las coreografías estuvieran preparadas para la exhibición en un escenario. En general se trabaja con movimientos fluidos y grandes por lo que, según explica el experto, la dificultad radicaría en la memoria coreográfica y en la amplitud del movimiento.
– El baile contemporáneo se desarrolla con una mezcla de estilos que parten del ballet clásico y se centran en al libertad del movimiento y en la expresión corporal. La dificultad se centraría, como precisa el co-fundador de WOSAP, en la técnica, la colocación del cuerpo y en saber realizar las transiciones de las caídas hacia el suelo y las recuperaciones.