«Lo importante no es tener la información, sino saber cómo encontrarla»

Aunque podrían añadirse más ingredientes, la fórmula de la inteligencia del éxito empieza aquí:

información = éxito

ya que aquellos que más triunfan suelen ser aquellos que más saben. Por tanto, gana quien más respuestas tiene. Y estas respuestas pueden obtenerse de dos maneras: de forma autónoma y de forma no autónoma. Cada vez que nuestra herramienta principal para obtener respuestas es preguntar a alguien, obtenemos información de forma no autónoma, ya que dependemos de esa persona para obtener esa respuesta. Cuando eso sucede, podría decirse que nuestra inteligencia del éxito es baja, mientras que es alta cuando conseguimos que obtener respuestas no dependa de otros, sino de nosotros. El primer paso para que esta aumente está en entender que hoy…

Todas las respuestas están a unos minutos de distancia

En el siglo XX, la búsqueda de una respuesta a un problema o a una duda era algo que, en algunos casos, los mejores, podía llevarte horas, días o meses, pero en otros, los peores, podía resultar una tarea imposible, ya que la respuesta no estaba a tu alcance. Gracias a internet, en el siglo xxi eso ha cambiado. Ahora ya no se trata de si la respuesta está o no a tu alcance, sino de a cuántos minutos de distancia está. Aquí entra la regla de los tres minutos:

Cuando las personas se disponen a buscar una respuesta a un tema concreto y no la encuentran en los primeros segundos, normalmente desisten. Pero si persistiesen al menos tres minutos, nueve de cada diez veces encontrarían lo que buscaban. Es habitual concluir que si la respuesta a un tema no se halla de forma inmediata es porque no estaba, pero esto es falso. Aquí viene lo importante. La respuesta sí estaba, y de hecho te estaba esperando, pero… al final de los tres minutos. Tener tan sólo tres minutos de paciencia en la búsqueda supone llegar adonde el 90% de las consultas no llegan, y esa perseverancia tiene premio.

Llegar a un punto al que la inmensa mayoría no llega, supone conseguir lo que la inmensa mayoría no consigue.

La regla consiste en no desistir al primer intento cuando realicemos una búsqueda, y tener el compromiso de seguir intentándolo durante al menos tres minutos, ya que ese es el umbral de tiempo en el que se encuentran la mayor parte de las respuestas, a las que la gran mayoría de las personas no accede simplemente por tener un límite de tenacidad inferior.

Una vez intentaron formular una pregunta capciosa a Albert Einstein. Le preguntaron si sabía el valor exacto de la conversión de unas unidades de medida poco comunes, seguros de que su respuesta sería «no la sé». Efectivamente él no la sabía, pero respondió que la respuesta le importaba menos que conocer la forma de llegar hasta ella.

#LaInteligenciadelÉxito

@anxo 

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