«La vanidad es como una sirena tentadora que siempre pide más»

¿He dicho un minuto?

Perdona. Me equivoqué. Me sobraban los últimos 59 segundos. Permíteme reformular el título a «cómo ganar un millón de euros en un solo segundo».

Uno de los principales indicadores de inteligencia del éxito es la aceptación de uno mismo. Cuando uno no se acepta como es, esta falta de aceptación, con el tiempo, suele traducirse en inseguridad. Esto se puede convertir en un peligro, ya que la falta de confianza conduce a la inacción, que, como ya vimos, es uno de los enemigos del éxito. Lo que sucede es que nos miramos al espejo, vemos que somos un poco mayores que el año anterior, nos centramos en la parte menos atractiva de nuestro físico y concluimos que no nos gustamos tal y como somos.

Han pasado diez años. Estás un poco más arrugada y con más canas. Ves un anuncio en el periódico de la doctora Milagros, cuya tecnología con la que cuenta, hoy sería de ciencia ficción. Con tan sólo tomar una pastilla puede hacer que tu estética mejore de forma totalmente milagrosa. Acudes a su clínica y tras un pequeño estudio te muestra un retrato robot del nuevo aspecto que tendrás en caso de que te tomes la pastilla. No hay ninguna cirugía ni ninguna intervención invasiva.

Tan sólo una pastilla. Observas la foto de la que podría ser tu nueva cara y cuerpo y esta te seduce enormemente. Te ves preciosa. Le pides presupuesto y te dice que el importe de tu cambio de look asciende a un millón de euros. Lo primero que piensas es en tu cuenta bancaria. Te ha ido bien y cuentas con mucho dinero, pero no alcanzas la cifra mencionada. Te pasas los próximos tres meses soñando con tu nuevo look y buscando el dinero. Al final lo consigues, abonas el presupuesto, te tomas la pastilla y obtienes tu nuevo look. Sales del hospital, llegas a tu casa y lo primero que haces es correr a un espejo. Sólo deseas verte. En cuanto lo haces tu cuerpo se llena de emoción: te ves bella, sublime, como nunca. De repente te fijas por primera vez en una foto colgada en la pared en la que apenas habías reparado anteriormente. Observas la foto, observas el espejo, vuelves a observar la foto y vuelves a observar el espejo. No das crédito: tienes la misma imagen ahora que en la foto. La imagen de la foto eres tú diez años atrás. La misma cara que antes te daba tristeza, ahora te da felicidad. Han tenido que pasar diez años para que valores la misma belleza que hoy tienes. Diez años… y un millón de euros.

Prepárate porque aquí viene lo importante. Si tardas un segundo en decidir aceptarte e incluso enamorarte de tu aspecto actual, ese es el tiempo en que has tardado en ser un millón de euros más rica (o rico), o lo que es equivalente, un millón de euros menos pobre.

La vanidad es como una sirena tentadora que siempre pide más. Bien dominas la tentación y te aceptas como eres, o bien caes en la trampa de alimentarla cada vez más… y gustarte cada vez menos.

La próxima vez que te mires al espejo y no te guste lo que ves, tan sólo piensa que en diez años pagarías un millón de euros para estar igual de bien que hoy. Así que, dado que en unos años pagarías un millón por tener tu aspecto actual; mejor gústate hoy y ahórrate el millón.

#LaInteligenciadelÉxito

@anxo 

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