No abuses de los tragos coquetos y no tan coquetos, de las licuachelas y kittychelas, del tequila y el mezcal, en general de las bebidas que nos ayudan a refrescarnos, pero que nos dejan con ganas de un poquito más. Recuerda que todo en exceso es muy probable que resulte perjudicial para nuestra salud y tarde o temprano veamos las consecuencias, sobre todo cuando se trata de bebidas alcohólicas, el hígado es quien paga la factura; por eso te dejamos las bebidas que más dañan este órgano y las que menos lo hacen.
Puede que el alcohol tenga múltiples efectos agradables, como su buen sabor o que nos ayuda a sentirnos más desinhibidos, pero tiene más consecuencias desagradables a largo plazo, como la famosísima cruda o esos molestos ‘black-outs’. Bien podemos llegar a la conclusión de que dejar el alcohol (o reducir su consumo) es una buena idea.
¿Qué pasa en nuestro hígado?
El alcohol puede ser perjudicial para su salud, cuanto más alcohol beba, mayor será el riesgo. Incluso pequeñas cantidades de alcohol están asociadas con un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer. Demasiado alcohol también puede dañar el hígado y el cerebro y aumentar el riesgo de presión arterial alta y enfermedades del corazón.
De acuerdo con Eat For Health, ningún nivel de consumo de alcohol puede garantizarse como completamente seguro. Sin embargo, beber alcohol dentro de los límites responsables recomendados permitirá a los adultos sanos mantener bajo el riesgo de accidentes, lesiones, enfermedades y muerte relacionados con el alcohol.
Cuando bebemos alcohol, el hígado comienza a trabajar para asimilarlo y transformarlo para degradarse en agua y dióxido de carbono para su fácil expulsión del cuerpo. No obstante, sobrecargar al hígado de más alcohol del que puede procesar, puede provocar depósitos de grasa en este órgano, así como inflamación, lesiones, cicatrices, hígado graso, cirrosis, hepatitis alcohólica.
¿Debemos dejar de tomar alcohol?
No del todo. Sabemos que el prohibicionismo no es la respuesta a ninguna problemática o dilema de la vida porque entre menos permitido sea, pareciera que las bebidas alcohólicas que se presentan en todos lados. Pero podemos darte las recomendaciones más adecuadas para un consumo responsable.
Revisa el porcentaje de alcohol de una bebida, es muy importante, aunque no es el único factor para saber si hace más o menos daño.
Analiza la cantidad de alcohol que consumes a lo largo de la semana o el mes. ¿Vale la pena?
Bebidas más y menos dañinas
Las bebidas alcohólicas obtenidas por destilado son las que pueden resultar más dañinos por su alto porcentaje, por ejemplo:
Tequila: de 35 a 55 grados de alcohol
Mezcal: 35 a 55 grados de alcohol
Ron: 40 a 50 grados de alcohol
Vodka: 40 a 50 grados de alcohol
Whisky: 40 a 50 grados de alcohol
Ginebra: 40 a 47 grados de alcohol
Las bebidas alcohólicas que se obtienen de la fermentación de azúcares de frutas o cereales presentan una cantidad más baja de alcohol, así que por sí mismos pueden aportar beneficios con un consumo moderado.
Vino tinto: 10 a 14 grados de alcohol.
Cerveza: 5 a 12 grados de alcohol.
En esta cocina no vamos a decir que deberías hacer o no, pero te recomendamos hacer un análisis en retrospectiva; ¿Qué te motiva a consumir alcohol, cuándo lo sueles hacer y cada cuánto? No está mal tomarnos de vez en cuando algunas bebidas, solo debemos ser responsables con el consumo.
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