La fórmula RAND para apagar el ruido mental que provoca estar siempre conectado

Vivimos en una sociedad hiperconectada y sobreestimulada a base de scroll y clicks. Las redes sociales nos mantienen en contacto con aquellos que tenemos lejos, pero también aumentan los sentimientos de soledad, aislamiento social, ansiedad y depresión.

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El móvil lo tenemos siempre encima y a pesar de que es una herramienta que nos hace la vida mucho más fácil, hace que consumamos contenido todo el rato y a una velocidad mayor, lo que supone que nuestro cerebro se acostumbre a una velocidad irreal, generando tecnoestrés y ansiedad, pero también una adicción.

La psicóloga Gabriela Paoli subraya que las personas que desarrollan una adicción lo hacen poco a poco y sin darse cuenta, como en el experimento de la rana: «Si pones una rana en un cazo con agua fría y lo empiezas a calentar poco a poco, la rana no reacciona a la subida progresiva y lenta del calor y acaba hervida. Cuando quiere saltar, es demasiado tarde». Por eso es importante estar atentos a una serie de signos y síntomas que nos avisan del mal uso o el abuso de Internet y de las TIC en general, que pueden desembocar a la larga en una adicción.

Signos comunes de adicción tecnológica
Alteración del sueño, incluyendo insomnio
Cambio brusco en los hábitos de alimentación
Descuido de otras actividades, responsabilidades y aficiones
Bajada en el rendimiento laboral o académico
Quejas por parte de la pareja o los amigos relacionadas con la falta de comunicación o atención
Deterioro generalizado de las relaciones sociales: aislamiento social y soledad
Dificultades para separar la vida personal y la profesional
Pérdida de interés por la vida más allá de las pantallas
Nerviosismo o hiperactividad cuando la persona no está conectada
Cambios bruscos en el estado de ánimo, irritabilidad, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima, cuadros de ansiedad o incluso depresión
Fatiga mental
Contracturas musculares, sequedad de ojos o picores y dolor de cabeza
Para mejorar nuestra salud digital hay dos aspectos fundamentales: tener consciencia y llevar a cabo un plan de acción. «El primer paso es aceptar ese posible abuso o pérdida de control sobre el tiempo de consumo. Y a partir de ahí, mediante una mirada crítica, definir nuestro yo digital», señala la experta. Con esto se refiere a cómo queremos relacionarnos con nuestros dispositivos y qué lugar queremos que ocupen en nuestra vida.

Una vez establecido esto, debemos poner en marcha ciertos cambios de hábitos usando como base nuestros valores y prioridades. «En definitiva, una buena salud digital puede crearse y mantenerse mediante la inclusión de hábitos de autocuidado como son una alimentación equilibrada y sana, el cuidado de nuestras horas de sueño, el ejercicio diario, y por supuesto, la gestión del uso saludable de nuestros dispositivos», manifiesta Paoli.

¿Qué es la fórmula RAND?
Gabriela Paoli comparte una forma para controlar el tiempo que pasamos conectados. Con el acrónimo RAND busca la manera de poder mantener un equilibrio mental y librarnos del ruido mental que provocan los dispositivos electrónicos.

– R (Relaciones sociales). Fomenta las relaciones sociales, familiares y amplía tu círculo social; busca nuevas personas que sean afines a tu momento actual.

– A (Artes, literatura, ciencia y cine). La lectura, la música, el teatro o una exposición, harán que tu mente se relaje, activarás otras partes del cerebro que te volverán más creativo y libre. Además aprenderás a conectar contigo mismo a través de estímulos visuales y auditivos.

– N (Naturaleza). Nuestro entorno natural es fundamental para calmar nuestra mente. El realizar un paseo por el campo, el sentir el sol y el viento en tu rostro, el apreciar los diferentes colores de verde de los árboles, de la yerba, las flores, los pájaros… Todo esto hace que respires más profundamente y conectes contigo mismo.

– D (Deporte). Realizar algún ejercicio o deporte con regularidad harán que mantengas a raya tu ansiedad, ganarás confianza y seguridad en ti mismo y te sentirás más ágil y vital.

Nueve beneficios de desintoxicarse de la tecnología
1. Desarrollarás tu capacidad de aceptación.

2. Identificarás tus ladrones del tiempo.

3. Conocerás gente nueva, personas de carne y hueso.

4. Evitarás tu aislamiento y sentimiento de soledad.

5. Aprenderás estrategias y recursos de autocuidado.

6. Ganarás confianza y seguridad en ti mismo.

7. Promoverás la toma de decisiones y los cambios.

8. Ganarás paz interior y salud mental.

9. Aumentarás tu creatividad e imaginación.

Este descanso tecnológico permite tomar consciencia de la relación que se tiene con los dispositivos y reflexionar sobre el impacto que tienen en las diferentes áreas de nuestra vida. Está indicado para aquellas personas que tengan la sensación de no controlar su tiempo, que se sienten estresados y no pueden separar su vida personal de la profesional. Para aquellos que sienten que no pueden desconectar de las redes sociales o que están pendientes del WhatsApp todo el rato, costándole mantener la atención mientras trabajan o estudian. En definitiva, se trata de desconectar de la vida online y conectar con uno mismo y la vida real. 

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