Una dieta vegetariana implica no comer alimentos que provengan de la muerte de un animal. Es decir, los vegetarianos pueden tomar lácteos, huevos o miel ya que, aunque su origen es animal, su sacrificio no es necesario para la elaboración del producto.
En la mayoría de
quesos
un ingrediente indispensable es el cuajo, que puede ser vegetal, microbiano, sintético o animal. Este último es el que provoca que el alimento no se apto para los vegetarianos.
En el cuajo animal se utiliza la renina, una enzima que provoca la rotura de la leche, desestabiliza la proteína y hace que se forme esa textura cuajada. La renina se extrae del estómago de terneras, cabritos o corderos, para lo que hay que sacrificarlos con menos de 30 días de vida.
El tema salió hace poco a la palestra debido al descubrimiento de una tuitera que lo compartió en la red social. “Descubrí que el queso parmesano está hecho con el estómago de una cría de vaca y me puse a llorar. Voy a tener que volverme completamente vegana”, publicó. <blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”en” dir=”ltr”>Today years old when I found out Parmesan cheese is made from baby cow’s stomach & I could go cry. I’m just gonna have to go full vegan at this point.</p>— D. (@dtheebae) <a href=”https://twitter.com/dtheebae/status/1612325188330455040?ref_src=twsrc%5Etfw”>January 9, 2023</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script>
Y es que, aunque en la mayoría de los quesos el tipo de cuajo se puede cambiar, en el parmesano que tiene denominación de origen, este ingrediente es fundamental, ya que ha de elaborarse de forma tradicional para que sea realmente ‘Parmigiano Reggiano’.
Parecen vegetarianos y no lo son
No obstante, hay más alimentos que parece vegetarianos, pero no lo son. ¿Alguna vez has encontrado en el supermercado bebidas o bolsas de gominolas con un sello que indica que son veganas o vegetarianas?
En el caso del vino o la cerveza esto se explica porque para su elaboración se suelen utilizar clarificantes y algunos están hechos con médula, sangre, aceite de pescado, colapí o gelatina. También las gominolas o chucherías pueden contener este último compuesto.
Eso sí, cada vez hay más opciones y se pueden encontrar en el mercado estos productos con ingredientes aptos para veganos y vegetarianos.