Dicen que es bueno estar solo para conocerse a uno mismo, lo que incluye a nuestro cuerpo y la forma en la que nos podemos proporcionar placer. Algunas personas todavía sienten pudor hacia la
masturbación
, pero si tú no sabes lo que te gusta, ¿cómo podrán darse cuenta otros?
Y es que el autoplacer es una de las facetas más importantes de la sexualidad, pero a menudo se ignora. Megwyn White, sexóloga clínica y directora de educación de Satisfyer, recuerda que la masturbación nos enseña a dejarnos llevar por el placer y no depender de nadie que lo haga por nosotros, lo que es muy importante.
«Es estimulante saber que somos responsables de nuestro propio placer y que sabemos cómo hacernos sentir bien cuando más lo necesitamos. En este sentido, el autoplacer nos ayuda a aprender lo que nos gusta y lo que no, lo que a su vez hará que cuando tengamos relaciones sexuales estas sean aun más satisfactorias», explica White.
Esto tiene un sinfín de ventajas que van más allá de la satisfacción sexual, teniendo diversos beneficios para la mente y el cuerpo: reduce la ansiedad, aumenta la sensación de seguridad y protección, incrementa nuestra autoestima y autopercepción corporal y relaja los músculos.
«Además, estudios recientes de resonancia magnética revelan que múltiples regiones del cerebro se iluminan con el orgasmo y que el autotacto puede incluso ayudar a reducir el dolor y mejorar la regulación emocional», añade la sexóloga.
Desarrolla una mentalidad de autoplacer
Para que el autoplacer sea realmente satisfactorio, White anima a explorar lo siguiente:
– Limita las distracciones y crea un oasis de autoplacer. Reduce las distracciones y establece un espacio en el que abrazar el cuerpo y apoyarlo a nivel sensorial. Es especialmente importante para las mujeres, ya que nuestros cerebros están programados para realizar varias tareas a la vez y podemos distraernos con facilidad, lo que puede hacer descarrilar nuestro placer. La inmersión sensual en un espacio como la bañera o bajo las sábanas, con las luces tenues y tu música favorita, puede ayudar mucho a situar tu cuerpo en el centro de la experiencia.
– Deja de lado las expectativas. Este puede ser el aspecto más difícil, pero es esencial. Al placer no le gusta que lo persigan. De hecho, cuanto más haces esto, más esquivo se vuelve. El tipo de placer que más beneficios positivos tiene para el cuerpo y la mente es el que te ancla en el momento presente y te permite aprovechar el cúmulo de energía que ya existe en tu cuerpo. Para desbloquear este depósito de energía, debes estar lo más presente posible, tomarte tiempo para respirar y permitirte encarnar la experiencia a través de los movimientos y la voz.
– Utiliza accesorios sexuales para catalizar las sensaciones y acceder a zonas erógenas de difícil acceso. Si te distraes con facilidad, una forma fantástica de conectar con el cuerpo es utilizar herramientas de bienestar sexual como lubricantes o almohadillas de apoyo para maximizar la experiencia. Estos accesorios pueden estimular el flujo sanguíneo, proporcionar comodidad y aumentar las sensaciones, además de dar rienda suelta a la imaginación.
El tipo de satisfacción es diferente del que se experimenta con una pareja. «Al igual que un aperitivo es diferente de una cena o un postre. Dependiendo del estado de ánimo, puede apetecer sexo, masturbación o simplemente dejarse llevar por una fantasía con la mente», indica White.
Algunas personas pueden incluso preferir la masturbación a la penetración con pareja, sobre todo si resulta doloroso o se ha tenido alguna experiencia negativa. Otras optan por el placer en solitario para dejarse llevar de verdad y sentir menos la presión hacia el orgasmo que podrían experimentar con otra persona al lado.
«Nadie conoce su cuerpo tan bien como uno mismo. Por ello, cuanto más se cultiva este conocimiento a través del autotacto y la autoexploración, más se podrá compartir lo que se ha aprendido», manifiesta la experta, quien recomienda incluso llevar un diario que ayude a ampliar conocimientos o utilizar dispositivos de bienestar sexual para localizar y sentir partes de la anatomía que son difíciles de alcanzar con las manos.
Con la repetición se adquiere consciencia de patrones, ritmos y puntos de contacto que pueden ayudar a alcanzar la cima de la excitación. Todos estos conocimientos son vitales para conocer tu cuerpo y prestar atención a los deseos propios.
