Uno de los pasajes más populares de ‘Los 88 Peldaños del Éxito’ es el que habla del concepto de la tolerancia cero. Consiste en marcarse un objetivo alto, el idóneo, por ejemplo, dos horas de ejercicio todos los días, y otro muy bajo que sea tan fácil que pueda cumplirse siempre, sin excepciones, por ejemplo, cinco minutos de ejercicio al día. El idóneo puede incumplirse de vez en cuando. El fácil no puede incumplirse nunca, de ahí el nombre de «tolerancia cero». Si bien es obvio que el objetivo de tolerancia cero es demasiado bajo como para que pueda suponer un gran progreso, su función no es el de sumar mucho al objetivo global, sino el de conseguir no desistir pase lo que pase. Manda un importante mensaje a tu cerebro: «podré avanzar más o avanzar menos, pero mi objetivo final es innegociable». Ahora veremos cómo aplicar el objetivo de tolerancia cero a este Peldaño.
Este es el razonamiento que hace que con tan sólo media hora al día puedas convertirte en Supermán (o Superwoman, por supuesto). Si ser Supermán es conseguir lo que el 99 % de la población no consigue, entonces para alcanzar esa meta sólo tienes que hacer lo que el 99 % de la población no hace. ¿Sabes cuánta gente invierte religiosamente, una semana sí y otra también, tres horas de dedicación exclusiva a su crecimiento personal? Menos del 1 %. Por tanto, si tú te fijas el objetivo de dedicar tres horas a hacer lo que la inmensa mayoría no hace, estarás consiguiendo lo que la inmensa mayoría no consigue. Y si cada semana dedicas tres horas a esta meta, entonces tu objetivo final te habrá llevado menos de media hora al día.
«Para conseguir lo que sólo el 1 % de la gente consigue, basta con hacer lo que el 99 % de la gente no hace».@Anxo, #LaInteligenciadelÉxito
Aquí es donde entra el objetivo de tolerancia cero. Si te permites fracasar en tu objetivo tan sólo una semana, ese ya no sería un objetivo de tolerancia cero, sino de tolerancia uno. ¿Recuerdas el Peldaño del automarketing? Bombardea tus ojos con publicidad de tu objetivo: píntalo en el espejo; cuelga carteles en el frigorífico, en la pared, en el coche; configura avisos en tu teléfono y lleva notas en el bolsillo. Sé despiadadamente específico en el tipo de objetivos a fijar, y pase lo que pase, no te permitas fallar ni una semana durante el periodo de cumplimiento que te hayas marcado. Pueden ser objetivos para mejorar tu salud, agitar tu presente, mejorar tu físico, aprender nuevas destrezas, crecer como pareja, mejorar como padre, revolucionar tu cerebro o, mejor, una mezcla de entre todas las que a ti más te interesen.
Tener inteligencia del éxito es darse cuenta de que no hace falta ser un superhombre para convertirte en Supermán, sino tan sólo entender que hacer cosas que el mundo no hace es conseguirresultados que el mundo no consigue.