La capacidad para aceptar lo que podemos y no podemos cambiar es una habilidad clave para mantener una buena salud mental y emocional. Muchas personas a menudo nos sentimos impotentes ante las circunstancias de la vida que están fuera de nuestro control pero aprender a aceptar lo que no podemos cambiar es una parte importante del crecimiento y la adaptación. Al menos así lo garantiza Beatriz Gil Bóveda, psicóloga especialista en autoestima, liderazgo y desarrollo personal. Fundadora & CEO de Psique Cambio, que «debemos ser capaces de separar y saber diferenciar lo que sí podemos cambiar y lo que no está bajo nuestro control». «En la medida en la que podamos aceptar las situaciones que no podemos cambiar, tendremos más serenidad y seremos más felices», apunta.
La experta en psicología indica que una de las razones por las que es difícil aceptar lo que no podemos cambiar es porque solemos centrarnos en el resultado final que queremos en lugar de centrarnos en lo que está dentro de nuestro control. Por ejemplo, si alguien está buscando trabajo y no puede encontrar uno, puede centrarse en la falta de trabajo en lugar de centrarse en lo que está dentro de su control, como por ejemplo mejorar y potenciar su currículum y comenzar a establecer relaciones profesionales y mejorar el networking. Al centrarnos en lo que no podemos cambiar, nos sentimos impotentes y frustrados. Sin embargo, centrándonos en lo que está bajo nuestro control, nos da fuerza y motivación para la acción.
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Cinco recomendaciones que ayudan
1. Identifica tus pensamientos y emociones. El autodiálogo, el cómo nos hablamos o qué historia nos contamos a nosotros mismos son factores clave a la hora de preocuparnos u ocuparnos de las situaciones. Antes de poder aceptar una situación, debemos ser conscientes de nuestros pensamientos y emociones en relación con ella. Beatriz Gil Bóveda anima a hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué estoy pensando y sintiendo acerca de esta situación?, ¿estoy tratando de controlar algo que no puedo cambiar?… «Al identificar y reconocer nuestros pensamientos y emociones, podemos comenzar a trabajar en cambiar nuestra perspectiva y encontrar una manera de aceptar la situación, abriendo las posibilidades», comenta.
2. Cambia tu ‘mindset’. Para aprender a aceptar lo que no podemos cambiar es importante cambiar nuestra forma de pensar. Por tanto, según señala la experta, en lugar de centrarnos en el resultado final, debemos centrarnos en lo que está dentro de nuestro control: «Si algo está fuera de nuestro control, como la situación sociopolítica o la salud de un ser querido, debemos aceptar que no podemos cambiarlo y centrarnos en cómo podemos adaptarnos y hacer lo mejor con lo que tenemos».
3. Busca tiempo para parar: «Te propongo realizar mindfulness ya que otra forma de aceptar lo que no podemos cambia. La meditación y la atención plena nos enseñan a aceptar el momento presente sin juzgarlo o tratar de cambiarlo. Nos enseñan a estar presentes en el momento y a aceptar lo que es sin intentar cambiarlo», asegura.
4. Apóyate en tu círculo más íntimo. También es muy importante tener una red de apoyo de amigos y familiares que puedan ayudarnos a aceptarlo. «A veces, cuando estamos luchando con algo que no podemos cambiar, es útil hablar con alguien que pueda escuchar y apoyarnos. Si crees que no es suficiente, busca ayuda profesional», aconseja Beatriz Gil Bóveda.
5. Practica la gratitud. La gratitud es una práctica que nos ayuda a centrarnos en las cosas buenas de la vida y a mantenernos más positivos. Llevar un diario de gratitud puede ayudarte a aceptar situaciones difíciles al enfocarte en lo positivo en lugar de lo negativo. «Trata de hacer una lista diaria de las cosas por las que estás agradecido, incluso en situaciones difíciles», recomienda.
En resumen, aprender a aceptar lo que no podemos cambiar es una habilidad muy importante para el bienestar emocional. «Al centrarnos en lo que está dentro de nuestro control y practicar la meditación y la atención plena, podemos aprender a aceptar lo que no podemos cambiar y adaptarnos a las circunstancias de la vida», concluye. Además, contar con una red de apoyo personal y profesional puede ser muy útil para ayudarnos a superar los momentos difíciles.