Casi todo el mundo come en exceso de vez en cuando, pero para algunas personas esta forma de comer es de lo más normal en su día a día. Los atracones se caracterizan por ser métodos o manifestaciones para evitar o huir de emociones desagradables, y generan sensaciones de falta de control e implican una ingesta superior de lo habitual en un determinado espacio-tiempo muy breve. Estos episodios suelen desarrollarse a solas debido a la vergüenza que genera en la persona comer de tal manera. La velocidad de la ingesta es mucho más rápida de lo habitual hasta sentirse desagradablemente llenos y culpables.
Pero identificar si estás sufriendo de atracones es sencillo. Según Paula Fernández, dietista-nutricionista de Nutrium, hay que prestar atención a lo siguiente:
Tiempo de la ingesta. En un tiempo de menos de 2 horas has ingerido una cantidad superior a la que la mayoría de personas ingeriría en un periodo similar. «Es importante valorar en el contexto que se da esta ingesta compulsiva», aconseja.
Sensación de falta de control. Pierdes el control de la ingesta de alimentos durante el episodio de atracón.
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Frecuencia. Tal como indica la experta, los episodios de atracón se dan al menos una vez a la semana durante tres meses.
Sobreingesta. «Estos episodios de sobreingesta suelen deberse a factores emocionales o ambientales y suelen darse en soledad, ya que la persona es consciente de la disfuncionalidad del episodio», dice.
Síntomas de los atracones
La mayoría de las personas con trastorno por atracón tienen sobrepeso o son obesas, pero es posible que haya muchas personas con peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por atracón incluyen:
1. Sensación de culpa y malestar. En un primer lugar puedes sentir sensaciones placenteras, pero esto durará poco. Pronto serán sustituidas por el malestar a pesar de sentirse lleno, sentirse desagradado y avergonzado, se sigue comiendo.
2. Gran velocidad en la ingesta. Comes más rápido durante los episodios, en ocasiones incluso lo haces de forma automática, sin disfrutar, sin masticar…
3. Inquietud y agitación. Sientes el deseo incontrolable de comer a través de una fuerza que se escapa de tu control. Conseguir la comida adquiere una importancia extrema.
4. Conciencia alterada. La conducta se vuelve automática y parece que durante el espacio estás inmerso en un trance.
5. En secreto: Te sientes avergonzado y esto hace que realices estos episodios en secreto o cuando te encuentras a solas.
6. Pérdida de control. Como sabemos es uno de los elementos fundamentales de la ingesta compulsiva, este síntoma nos ayuda a diferenciarlo de una sobreingesta cotidiana.
Alimentos que hay que evitar
Los atracones siempre nos llevan a comer los mismos productos, y son esos exactamente los que deberíamos tener lejos de nuestro alcance: «En primer lugar, olvidémonos del alcohol, seguido por alimentos procesados como carnes procesadas y alimentos con baja calidad nutricional (refrescos, dulces….). Además, es recomendable evitar el azúcar libre ya que las células tumorales se alimentan de glucosa, y un alto consumo de esta provocará su crecimiento», comenta Paula Fernández.
Cómo tratar los atracones alimenticios
Tal como garantiza la dietista-nutrionista de Nutrium, sigamos los siguientes paso:
– Psicoeducación: búsqueda de patrones relacionados con alimentación y funcionalidad de los mismos así como educación sobre los atracones (que es, consecuencias, causas…) y la relación con los aspectos emocionales. Por otro lado, Paula Fernández señala que «habrá que trabajar la generación de patrones adecuados», sin restricción e incluyendo todo tipo de alimentos: «En este apartado nos coordinaremos y trabajaremos de la mano con el equipo de nutrición».
– Técnicas de distracción cognitiva: «Buscaremos alternativas para cambiar el foco de atención desde una postura libre y voluntaria trabajando con nuestros pensamientos y sensaciones hacía estímulos que sean beneficiosos», comenta la nutricionista.
– Autocontrol: como sabemos, la pérdida del control es un síntoma de esta problemática, por ello es necesario trabajar la exposición con prevención de respuesta.
– Búsqueda de alternativas a los atracones y mejora del estado de ánimo: «Hay que seguir un programa de actividades físicas y agradables, técnicas de relajación, resolución de problemas, identificación de situaciones de riesgo, herramientas de resolución de problemas», concluye.
Si se tiene algún síntoma de trastorno por atracón hay que buscar ayuda médica lo antes posible. Los problemas de atracones pueden variar en su curso de corta duración a recurrentes o pueden persistir durante años si no se tratan.