En la vida hay pocas cosas que son mejores que una buena taza de café calentito, esa bebida que con el primer olfateo de su aroma y su respectivo sorbo, te devuelven a la tierra y te abren los ojitos. Pero ¿qué pasa cuando se nos hace costumbre, perdemos la cuenta y de repente tomamos café 24/7 y sentimos que ya no podemos iniciar el día sin él? ¿El café podría afectar la salud de nuestro corazón? ¡Qué alguien nos dé respuestas!
Beber café en exceso puede tener efectos secundarios en tu cuerpo, algunos positivos, aunque otros no tanto, como volverse intolerantes a la cafeína hasta detonar más conflictos de ansiedad o problemas en tus riñones. De hecho, existen estudios que confirman que el consumir café regularmente puede procurar la salud cerebral y cardíaca, además de que puede ayudar a prevenir la depresión.
La cafeína es uno de los estimulantes más consumidos en el mundo, especialmente en forma de café. Sin embargo, hay personas que se preguntan si tomar café todos los días puede hacer que se vuelvan intolerantes a la cafeína o incluso podrían presentar algunas afecciones a nuestro cuerpo.
El consumo moderado de café se ha asociado con una mayor concentración, un mejor estado de ánimo y un menor riesgo de depresión y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cantidad de café que es “moderada” puede variar de persona a persona, y que el exceso de cafeína puede tener efectos negativos en la salud como atenuar un estado de alerta y concentración hasta temblores, ansiedad e insomnio.
¿Cómo afecta el café al corazón?
De acuerdo con datos del sitio Modern Heart and Vascular y su artículo What effect does caffeine have on your heart?, nos dice que el café en cantidades moderadas (al rededor de 200 ml) diarias tienen un riesgo 11% menor de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, un consumo en exceso puede tener efectos secundarios, aunque algunas personas pueden consumir mucha más cafeína que otras sin experimentar efectos adversos.
Algunos efectos secundarios del consumo excesivo de cafeína pueden ser la ansiedad, el insomnio, los problemas digestivos, la descomposición muscular, la adicción, la hipertensión, la aceleración del ritmo cardíaco, la fatiga, la micción frecuente y la urgencia.
Los efectos estimulantes de un consumo elevado de cafeína pueden hacer que el corazón lata más rápido. Por desgracia, también puede provocar una alteración del ritmo cardíaco, denominada fibrilación auricular. Este ritmo cardíaco desorganizado se produce en las cavidades superiores del corazón. Es la arritmia más común; se produce cuando fallan muchos impulsos eléctricos inestables y puede hacer que las aurículas tiemblen sin control. Hace que el ritmo cardíaco aumente y se vuelva errático y puede elevar la frecuencia cardíaca mucho más rápido que la media.
La cafeína también puede afectar al corazón de múltiples maneras. Por ejemplo, promueve la liberación de noradrenalina y norepinefrina. La noradrenalina es una sustancia química producida por algunas células nerviosas y en la glándula suprarrenal; la norepinefrina es un vasoconstrictor utilizado como vasopresor. Estas hormonas aumentan el ritmo cardíaco y la presión arterial. Además, la cafeína puede actuar sobre las enzimas que estimulan las contracciones del corazón, haciendo que este se contraiga con más fuerza.
Este efecto no parece producirse en todo el mundo; algunas personas con problemas cardíacos pueden tolerar enormes cantidades de cafeína sin ningún efecto adverso. Por ejemplo, en un estudio controlado, cuando cincuenta y un pacientes con insuficiencia cardíaca consumieron cien mg de cafeína cada sesenta minutos durante cinco horas, sus frecuencias y ritmos cardíacos permanecieron normales.
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