¿Quién no se ha atragantado alguna vez? Desde luego está de suerte si esto nunca le ha ocurrido, pero si es así, seguro que ha pasado un miedo terrible durante unos instantes o, en el peor de los casos, minutos que se hacen eternos.
En general, es más frecuente que esto suceda durante la vejez o en la infancia, debido a la falta de habilidad o mayor dificultad a la hora de mastica
r. Aun así, atragantarse con la comida o, incluso, con la propia saliva, es algo que le puede ocurrir a cualquiera en algún momento de su vida.
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¿Qué hacer si un niño se atraganta?
El doctor Jacinto García Lorenzo, especialista en Otorrinolaringología en el Centro ORL Sagrada Familia y miembro de Top Doctors, indica que hay varios factores que pueden hacer que nos atragantemos de forma más frecuente: comer deprisa sin masticar bien; hablar mientras se ingiere comida; tipos determinados de alimentos; y padecer problemas de salud, como enfermedades neurológicas o trastornos del movimiento.
En este sentido, si se es una persona propensa a sufrir atragantamientos, la prevención es la mejor solución. García Lorenzo recomienda, en primer lugar, comer y tragar los alimentos lentamente y en pequeñas porciones, así como evitar distracciones mientras comemos, como ver la televisión o mirar el móvil.
No obstante, hay técnicas que se pueden realizar para sacar el alimento u objeto obstruido. «En primer lugar, se debe mantener la calma y probar a toser para expulsarlo de forma natural. Si no sale de esta forma, se aconseja autorrealizarse la maniobra de Heimlich, es decir, presionar con el puño debajo de la caja torácica y, con la otra mano, presionar hacia dentro y hacia fuera. Si no funciona o se tiene dificultades, lo mejor es pedir ayuda y llamar a emergencias», explica el otorrinolaringólogo.
La doctora Laura Sánchez Amo, especialista en valoración del daño corporal y directora de Informes Médicos Periciales, apunta que puede ser necesario apoyarse en el respaldo de una silla o en el borde de una mesa para presionar con mayor fuerza y rapidez hacia dentro y hacia arriba cuando nos hagamos a nosotros mismos la maniobra de Heimlich.
¿Cómo actuar según el tipo de atragantamiento?
Cuando una persona se está atragantando, es importante actuar a la mayor brevedad posible, pero en función del tipo de alimento u objeto que esté obstruyendo la vía respiratoria, se debe actuar de una forma u otra.
Sánchez Amo apunta que si el atragantamiento se produce con algo sólido y la persona puede toser, es mejor que lo haga sola y no interferir en el proceso de expulsión. «Es muy importante no darle golpes en la espalda si la persona está de pie o sentada, pues podemos empeorar la situación haciendo que baje aún más el cuerpo extraño».
«En cambio, si con la tos no mejora la situación o no puede toser, habrá que indicarle que eche el tronco hacia delante para que, una vez inclinado, le golpeemos fuertemente la espalda y así salga el cuerpo extraño hacia fuera por la boca», expone la experta.
Si se trata de algo líquido, como una sopa o una bebida, García Lorenzo aconseja inclinar la cabeza para expulsarlo. «Si el alimento u objeto es sólido y de un tamaño superior, se debe intentar extraerlo con los dedos», recuerda. Pero si esto no funciona, deberemos buscar atención médica de emergencia y pasar a maniobras de primeros auxilios como la de Heimlich.
Maniobra de Heimlich
Ejecución de la maniobra del Heimlich
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La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios para conseguir la desobstrucción de la vía respiratoria por cuerpos extraños. Los expertos señalan que consiste en una comprensión abdominal y torácica de la siguiente forma:
1. Debemos colocarnos detrás de la persona y rodear su cintura con nuestros brazos.
2. Entonces cerraremos un puño y lo colocamos entre el tórax y el abdomen, justo debajo del esternón.
3. Cubrimos el puño con la otra mano y presionamos de forma brusca hacia dentro y hacia arriba, presionando a la persona contra nuestro propio cuerpo y consiguiendo un efecto similar al de la tos.
4. Repetiremos la maniobra las veces que sea necesario hasta que la persona expulse el objeto atascado.
Ejecución de la maniobra de Heimlich
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García Lorenzo aconseja usar esta técnica siempre que hayan fallado las utilizadas previamente, como extraer los alimentos manualmente o toser de forma natural como mecanismo de expulsión.
En cualquier caso, no se recomienda usar esta técnica con menores de un año, embarazadas o personas con obesidad. «En estas situaciones, lo mejor es llamar a los servicios de emergencia y atención médica lo antes posible», opina el experto.
Sánchez Amo considera que, en los casos en los que la persona sea muy obesa o esté embarazada y no haya tiempo de esperar a los servicios de emergencia, habría que colocar el puño en la mitad del esternón, en lugar de debajo del mismo.
Y si la persona está inconsciente en el suelo, «la pondremos bocarriba y nos situaremos encima a horcajadas, colocando las manos justo debajo del esternón y ejerciendo la presión en la misma dirección que antes se especificaba, usando el talón de la mano que está debajo», comparte la experta.