Aunque lo más frecuente es pertenecer al cronotipo intermedio, la proporción de búhos (vespertinos) o alondras (matutinos) no es desdeñable, por lo que un entrenador que conozca los ritmos biológicos de sus deportistas puede desarrollar técnicas que optimicen su rendimiento y obtener con ello una ventaja competitiva, según revela Juan Antonio Madrid, Catedrático de Fisiología y director del Laboratorio de Cronobiología y Sueño de la Universidad de Murcia. De hecho, una de las implicaciones del cronotipo en el deporte tiene que ver con los horarios de competición. Así, los ritmos circadianos son especialmente relevantes en los ejercicios de elevada intensidad y corta duración. En estos casos la máxima fuerza se alcanza por la tarde (de 16 a 20 horas) mientras… Ver Más