La inteligencia del éxito: «Si quieres reducir el tamaño de un obstáculo, sáltalo»

—Uf. Me acabo de encontrar una barrera en mi camino. Es demasiado alta y no sé qué hacer.

—¿Sabías que las barreras se pueden encoger?

—Eh… ¿perdón?

Un día te encuentras caminando por el sendero de la vida. Levantas la mirada dejando de observar tus pasos para contemplar el horizonte próximo y ves que al frente sólo se observan dos cosas: una barrera que se encuentra cerca y, detrás de esta, un sol brillante a lo lejos. Si alguien te preguntase de qué color es el muro que forma esa barrera, tú no tendrías problema en afirmar que es negro. Ese es el color con el que lo ven tus ojos, dado que la parte que tú ves es aquella a la que el sol no llega y por tanto la sombra lo vuelve oscuro.

Observas el muro y te da la impresión de que es insuperable. Tu primera reacción es la de dar media vuelta y volver a casa. Pero sabes que tu destino se encuentra al otro lado y que lo correcto es superar tu obstáculo y reclamar tu premio. Te armas de valor, desoyes tus miedos, pisoteas tu desidia y saltas el muro sorteando tu barrera. Sigues caminando hacia ese sol radiante y al girarte para observar el muro que ya ha quedado atrás, te llevas una sorpresa enorme: el muro se ha transformado. Aquello que parecía infranqueable, alto y negro ahora aparece como superado, bajo y blanco. No sólo ha cambiado de color, sino que además ha cambiado de tamaño.

¿Cómo puede ser que el muro haya encogido? Obviamente no lo ha hecho, pero tu perspectiva sí. La opinión que tienes de un obstáculo antes de saltarlo siempre es más ominosa que la que tienes tras haberlo hecho. Ese es el poder de actuar. Encoge el muro… en apariencia. El muro no ha cambiado. El que ha cambiado eres tú. Antes eras una persona que no había saltado un muro. Ahora eres una persona que sí lo ha hecho, y eso ha alterado tu vista.

Cuánto asusta la montaña desde su pie y qué poco desde su cima.

La forma de aprovechar este hecho para tu inteligencia del éxito es aprendiendo a ver la perspectiva del muro no con el tamaño de antes de saltarlo, sino con el de después. Aprovéchate de las situaciones que superaste en el pasado para corroborar que la regla se confirma. Todas tienen un tamaño aparentemente menor ahora que las has superado.

Si alguien me hubiera preguntado cómo de difícil es montar una empresa, antes de hacerlo hubiera respondido que es dificilísimo. Ahora que ya lo he hecho, diría que es difícil, pero infinitamente menos. Sin embargo, la dificultad de montar una empresa es la misma antes que ahora. ¿Qué ha sucedido? He saltado mi muro, y al hacerlo, lo he encogido.

#LaInteligenciadelÉxito

@Anxo 

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