Desde tiempos inmemorables, los cacahuetes se han hecho un pequeño huequecito en el mundo de los frutos secos, llegando a venderse en los mismos estantes del supermercado e incluso apareciendo en todos los paquetes de frutos secos mixtos.
Sin embargo, aunque nutricionalmente y de apariencia sean más similares a los frutos secos, por su origen pertenecen al grupo de las leguminosas, ya que se forman bajo tierra y en vaina.
Sí, por raro que parezca los cacahuetes son legumbres pertenecen al mismo grupo que las lentejas y garbanzos y no al de nueces y pistachos. De hecho, quien revise con asiduo las cartas y etiquetas de alérgenos, se habrá dado cuenta que no están incluidos en el grupo de frutos con cáscara, si no que están considerados como un alérgeno a parte.
Son muchas similitudes las que han podido crear esta confusión, por ejemplo, los cacahuetes, al igual que los frutos secos, no necesitan cocción, basta con retirar la cáscara para su consumo.
Por otro lado, su alto contenido en grasas también guarda similitud con el de los frutos secos. Matizando siempre que aunque se caracterizan por su alto contenido en grasas, son grasas saludables, principalmente monoinsaturadas y poliinsaturadas, por lo que además de aportarnos energía, ayudan a reducir el colesterol y prevenir la aparición de problemas cardiovasculares.
También son una fuente importante de proteína vegetal, propiedad más similar a la de las legumbres que a los frutos secos. Gran fuente de vitaminas, sobre todo del grupo B y de minerales como el potasio, magnesio y fósforo, todos implicados en la recuperación muscular y en el buen funcionamiento de nuestro sistema cardíaco, aquí uno de los motivos por los que la crema de cacahuete ha alcanzado tanta popularidad entre el mundo del deporte.
No nos olvidemos, que como toda la familia de leguminosas, también son una fuente importante de fibra, por lo que son perfectos para regular los niveles de saciedad y favorecer el tracto intestinal.
Crema de cacahuete.Otra de las propiedades por las que destacan, es por su versatilidad en la cocina. Al poder encontrarlos en múltiples formas: al natural, tostados, asados, fritos, picados, en forma de crema, harina, en polvo y desgrasados… Se pueden utilizar en infinitas recetas, desde la elaboración de productos en la industria alimentaria, hasta para darles un toque delicioso a las recetas más simples: ensaladas, guisos, salteados, salsas, aliños…
En nuestra gastronomía siempre se han utilizado principalmente en postres o como picoteo, pero gracias a la globalización gastronómica su uso en ensaladas, tallarines o guisos cada vez está más extendido, cosa que enriquece nutricionalmente nuestros platos.
Así que los cacahuetes son un sí, pero recuerda que mejor las versiones al natural o tostadas sin sal, de las que podremos aprovechar todas sus propiedades sin añadir grasas, ni sal a nuestra dieta.