La improvisación, desde una perspectiva psicológica, se asocia a términos como crear, descubrir, generar cambios, abandonar viejos patrones o reexplorar áreas vitales de la persona. Esta conducta genera una experiencia de dejarnos fluir o de flow relacionada con la motivación intrínseca, siendo un proceso que activa nuestra creatividad.
Una investigación realizada por Charles Limb y Allen Braun en 2008 sobre la improvisación musical y su implicación neurocognitiva mostraba cómo la corteza prefrontal media en el lóbulo frontal del cerebro, implicada en los procesos de creatividad, se encontraba con una mayor activación, siendo por otro lado las zonas involucradas en el control y autocensura las que se encontraban con una menor activación.
Además, indica María Marcos, psicóloga en El Prado Psicólogos,… Ver Más