¿Conoces los famosos muñecos Playmobil? Son juguetes apropiados para niños desde tres años: tienen casa, granja, hacemos que se relacionan entre ellos inventándonos conversaciones y, aunque no lo creas, desde hace tiempo no son un juguete al uso: pueden ser de gran utilidad en terapia o centros educativos.
Aunque en España se puede considerar una técnica novedosa, lo cierto es que lleva varios años en creciente auge en EE.UU. y países de Latinoamérica, y es un mecanismo que puede ayudar tanto a adultos como a niños a entender mejor una situación ya que representan a personas. En otras palabras, Anna Ferre Giménez, psicóloga y terapeuta, dice que se trata de una herramienta que «se puede aplicar en terapia u otros contextos», como puede ser útil por ejemplo un orientador escolar para ver qué conflicto hay en un instituto o un trabajador social.
«En muchas de mis terapias uso los muñecos Playmobil para que se pueda representar una imagen interna de manera externa. El paciente tiene en la cabeza una imagen, como puede ser una situación que ha vivido, una relación con los demás o consigo mismo, y el profesional y paciente lo ven desde fuera y hablan de la representación que tienen delante», explica Anna Ferre. Al parecer, tal como asegura la experta, «emerge mucha información si se presta atención a la distancia de los muñecos, cómo están vestidos… Es decir, se amplía de manera considerable la imagen que se tiene en la cabeza».
Una herramienta que funciona
Un psicólogo es alguien que ha estudiado la mente humana, sus comportamientos y emociones y cómo las diferentes situaciones tienen un efecto en las personas, y para poder explicar mejor esos estados que se quieren explicar, el uso de muñecos Playmobil es de gran ayuda. «Se trata de un retrato más allá del discurso, por lo que aporta mucha más claridad que si solo lo estuviésemos contando. Sale a relucir mucha información a través de cuestiones obvias de los muñecos y mucha información de la que no se era consciente», cuenta la psicóloga. Todos esos datos que encontramos en poco tiempo no es el profesional el que los interpreta sino el paciente, que gracias a la exploración conjunta establece las relaciones que tienen significados. «Se explica la historia de una manera más completa desde otra perspectiva. ¿A quién mira el muñeco? ¿A quién no mira?».
Esta herramienta no deja indiferente a nadie… Según Anna Ferre, en terapia sorprende a veces al principio, y se usa tanto en adultos como en niños: «Con niños se puede hacer pero ellos mueven muñecos, así que en su manera de jugar vemos lo que pasa».
Por tanto, los muñecos Playmobil ayudan a recrear una historia desde una visión más neutral. Gracias a este mecanismo, ordenamos ideas de lo ocurrido y sacamos mayores y mejores datos.