Qué bonito es el amor, pero qué complicadas son las relaciones de pareja… Desde luego el único amor incondicional es el de una madre hacia su hijo, y el resto, o los cuidamos cada día como si fuera una planta, regándola y estando pendientes de ella, o no perdurará en el tiempo.
No obstante, hay otros aspectos que deterioran las relaciones de pareja y hacen que no lleguen a buen puerto. Silvia Sanz, psicoterapeuta y terapeuta sexual y de pareja, destaca la falta de lealtad, las infidelidades o las mentiras. «Rompen la base de cualquier pareja, que es la confianza».
Por otra parte, la mala comunicación, que lleva a las personas a tergiversar cualquier palabra o gesto del otro, las faltas de respeto, como gritos, insultos o la no escucha o atención por la pareja, así como la falta de empatía, son otros de los detonantes que expone Sanz.
La falta de proyectos en común y el tiempo que se dispone para disfrutar juntos si es escaso también podría minar la relación. «Aunque creo que otro factor relevante es la falta de afecto, de gestos cariñosos, de conexión íntima o problemas en las relaciones sexuales», explica la experta en parejas.
Las claves para conseguir una relación sana
El amor no se mantiene por sí solo, hay que esforzarse cada día en mantener la confianza y en ser honestos con nuestra pareja. Por este motivo, Sanz subraya la necesidad de respetar al otro con gestos y palabras, mostrar afecto y cariño cada día, disponer de tiempo para disfrutar juntos y charlar, así como ofrecer apoyo al otro en situaciones buenas y en las que no lo son tanto.
«Intentar mantener diálogos donde os podáis poner en el lugar del otro, escuchar de un modo activo lo que la pareja expresa, aprender a negociar para llegar a pactos donde el equilibrio prime, teniendo en cuenta las decisiones al otro y saber perdonar los errores que se cometen, aprendiendo de ellos», añade.
Para la psicóloga Marta Martínez Novoa (@martamnovoapsico) hay que tener muy presente la responsabilidad afectiva, es decir, tener en cuenta que nuestros comportamientos tienen un impacto en el mundo emocional del otro, «el cual puede ser muy diferente, por eso es interesante ir conociéndolo».
«Además debemos aumentar la empatía; entrenar un estilo de comunicación asertivo; entender los conflictos como una oportunidad de crecimiento para la pareja como equipo y no como contrincantes; dedicarse tiempo de calidad realizando planes nuevos estimulantes y cuidando el día a día; y trabajar sobre nuestra autoestima y parcela personal independientemente a la pareja», manifiesta Martínez Novoa.
¿Segundas partes nunca fueron buenas?
Cada pareja es un mundo y el motivo por el que finalizó la relación será un aspecto importante a tener en cuenta. Desde luego, volver para reprochar provocará que no se avance en la relación, y sea una pérdida de tiempo y un desgaste para ambos.
Martínez Novoa señala que, si vamos a retomar una relación que ya finalizó en su día, probablemente haya bastante que trabajar en ella para que vuelva a ser sana o que empiece a serlo. «Por ello es imprescindible hacer un ejercicio de honestidad con nosotros mismos e identificar si estamos volviendo con esa persona por dependencia, comodidad o costumbre o porque realmente queremos construir algo nuevo y más sólido. Una vez hecho esto, es esencial que juntos identifiquemos qué falló anteriormente en la relación, si queremos y podemos trabajarlo y si sabemos cómo hacerlo. Si no sabemos cómo, pero tenemos claro que queremos intentarlo, una terapia de pareja puede ser un buen lugar donde aprender».
Cuando se decide volver –indica Sanz– lo adecuado es hacerlo por un motivo que no sea una carencia. «Se dan segundas oportunidades porque se quiere a la otra persona, porque el tiempo os ha ayudado a daros cuenta de la responsabilidad que cada uno tenía en los motivos causaron la ruptura, pero no por miedo a estar en soledad o por el vacío que se siente en el periodo de duelo de la ruptura». Si es así, es probable que el reencuentro sea una tirita y no haya sanado vuestra herida. Por lo que el motivo de la ruptura podría volver a emerger.
No olvides huir de los comportamientos tóxicos. Martínez Novoa recomienda para ellos tener una comunicación directa, honesta, cuidadosa y clara, y no temer y evitar el conflicto, ya que son grandes oportunidades de crecimiento en pareja si se saben abordar adecuadamente.