Xi Jingping firma acuerdos millonarios en Arabia Saudí, cada vez más alejada de Washington

Mohamed bin Salman ha extendido la alfombra roja para una visita de alto nivel. El líder chino, Xi Jinping, lleva tres días en Arabia Saudí, donde ha firmado acuerdos estratégicos en materia tecnológica y energética, entre otras muchas. Frente a esta alianza entre las dos grandes potencias, Washington se ha mostrado receloso al comprobar cómo su socio saudí se aleja de su área de influencia. En plena crisis energética global a raíz de la guerra de Ucrania, la petromonarquía saudí se consagra como líder del mundo árabe y busca nuevas amistades con menos reparos hacia sus abusos a los derechos humanos. 

Tras reunirse con el príncipe heredero, Xi ha inaugurado una “nueva era” en las relaciones con los países árabes. El mandatario chino ha asegurado que China y los países árabes “seguirán manteniendo en alto la bandera de la no injerencia en los asuntos internos”. Bin Salman, conocido por sus siglas MBS, ha confirmado su oposición a cualquier “interferencia en los asuntos internos de China en nombre de los derechos humanos”, según la emisora estatal china CCTV. Para consolidar su alianza, Xi y el rey Salman han firmado un “acuerdo de asociación estratégica integral” después de que la Guardia Real saudí, a caballo y con banderas chinas y saudíes, lo escoltara al palacio de Yamamah mientras sobrevolaban aviones dejando un rastro de amarillo y escarlata.

Cumbres con el Golfo y los países árabes

Los líderes saudís le han organizado una visita por todo lo alto a su socio asiático, con una cumbre con los países productores de petróleo del Golfo y otra con altos mandatarios de los Estados árabes. Presidentes y primeros ministros han viajado desde el LíbanoIraqQatarEgiptoSudán o Palestina para la “histórica cita”. El recibimiento a Xi dista mucho de la discreta acogida que se le dio al presidente estadounidense Joe Biden el pasado mes de julio. Las relaciones entre Washington y Riad están en uno de sus puntos más bajos por la política energética saudí y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el 2018, por el cual Biden tachó a su socio saudí de “paria”. 

Arabia Saudí es el principal proveedor de petróleo de China, una aportación que representa el 18% de las compras totales del país oriental. Pekín es el mayor importador mundial de petróleo crudo, circunstancia que convierte al gigante asiático y en un socio comercial clave de los Estados del Golfo. Pero estas relaciones no se basan solo en el intercambio energético. También hay cada vez más acuerdos militares y de seguridad en una región que progresivamente se aleja de su socio estadounidense, al que ven demasiado preocupado por los derechos humanos, a diferencia de China. A su vez, Arabia Saudí y sus vecinos necesitan a su aliado oriental en sus iniciativa para diversificar y transformar la economía en un mundo que se aleja de los hidrocarburos, claves para el país árabe.

Acuerdo con Huawei

MBS busca ampliar sus alianzas políticas y reducir la dependencia de Estados Unidos como su principal garante de seguridad y proveedor de armas. Como parte de su programa Visión 2030, Arabia Saudí quiere ser más independiente. Por eso, los acuerdos con China han ido más allá del ámbito energético. Durante estas tres jornadas de reuniones y apretones de mano, ambos países han firmado más de 34 pactos de inversión en energía verde, tecnología de la información, servicios en la nube, transporte, construcción y otros sectores, informó la agencia estatal de noticias saudí SPA. Uno de los más importantes ha sido el memorando con Huawei, sancionado en Estados Unidos pero responsable de la construcción de redes 5G en la mayoría de los Estados del Golfo.

No se han dado cifras oficiales de estos acuerdos, pero, antes de la visita, se habían anunciado pactos por valor de 30.000 millones de dólares. Como signo de la buena relación entre ambos socios, Xi ha invitado al rey Salman a visitarle en China. También han acordado reunirse cada dos años para afianzar su alianza. Aunque se muestra cauteloso, Washington sabe que la megapotencia asiática no tiene capacidad para reemplazar todos los favores que le presta a Arabia Saudí. MBS también es consciente de ello pero eso no detiene sus ambiciones de expandir sus amistades y erigirse como líder del mundo árabe.

 

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