Desde que vimos a Verónica Sánchez (Sevilla, 1977) dar vida a principios de los años 2000 a una de las hijas de Belén Rueda en la mitica serie ‘Los Serrano’ (aunque previamente había sido nominada a un Goya como Mejor Actriz Revelación por la película ‘Al sur de Granada’) no ha parado de sumar trabajos en los que ha demostrado lo bien que hizo dejando su ciudad para irse a Madrid a formarse como actriz. Entre ellos destacan series como ‘Sin identidad’, ‘El caso: crónica de sucesos’, ‘Tiempos de guerra’ y ‘El embarcadero’ y las películas ‘Camarón’ y ‘Gordos’, que le supusieron dos nominaciones más a esos prestigiosos premios.
En la serie ‘Sky Rojo’, de Netflix, da vida a Coral, un prostituta demasiado cerebral, que calma el dolor que le ha provocado el infierno del prostíbulo consumiendo alcohol y drogas. En esta tercera y última temporada luchará desgarradamente para salvar su vida y la de sus compañeras en la batalla final contra sus proxenetas.
En estos nuevos capítulos vemos que mientras que Wendy (Lali Espósito) y Gina (Yani Prado) sienten que pueden dejar su pasado atrás e iniciar una nueva vida, Coral sigue reviviendo los traumas sufridos en el prostíbulo a manos de sus proxenetas, Moisés (Miguel Ángel Silvestre) y Romeo (Asier Etxeandia).
Es que realmente Coral no ha escapado del club. Solo lo ha hecho físicamente, pero mentalmente, emocionalmente, nunca ha salido de ahí. Y también por su adición a las drogas, no se ha podido recolocar., Porque cuando las cosas le duelen demasiado, su tendencia es a aturdirse con algún tipo de fármaco, alcohol o lo que sea. Con lo que no ha recolocado nada. Las otras han decidido darse una segunda oportunidad en la vida, pero ella no puede.
Quizá que sea tan cerebral es lo que hace que necesite adormecer su mente constantemente y la veamos tan yonky como siempre.Sí, en Coral la adición a las drogas empieza como una necesidad de aturdirse para no sufrir, para soportar la vida que tenía dentro del club y luego llega un momento que eso se apodera de ella y ya no puede dejarlo, porque si no, no puede ni respirar. Es casi más doloroso verla libre enganchada a una botella de oxígeno, cuando tiene todo el aire y el sol del mundo. En el club estaban apresada, pero fuera, no. Y ella sigue dentro.Cuando se estrenó la primera temporada de ‘Sky Rojo’, se inició un debate sobre cómo trataba el tema de la prostitución. ¿Cómo vivieron ese episodio?La serie cuenta una historia. No es una tesis sobre la prostitución. Creo que cuenta la historia de tres personajes en ese marco y creo que en ese sentido queda perfectamente retratada la crueldad de ese mundo. A partir de ahí todo creador debería tener licencia dramática y creativa para contar la historia que quiera contar. Si esto hubiera sido una serie en la que se hace apología de la prostitución yo no estaría en ella, por principios. Entiendo que es una serie que tiene una posición clarísima, pero a partir de ahí claro que creo que hay que poder jugar y no sentir el peso de que estamos hablando de la prostitución. No estamos contando una historia dentro de este marco. A partir de ahí, deberíamos poder contarlo como queramos. Pero la serie no es solo eso.Creo que ‘Sky Rojo’ toma decisiones muy inteligentes. El hecho de la estética que tiene ayuda a poder contar algo muy crudo, porque las secuencias del club son durísimas, posiblemente difíciles de soportar si no estuvieran envueltas en esa estética tan pulp. Pero eso te hace que sigas mirando, y si sigues mirando te das cuenta de lo terrible que es, porque tú siempre ves a una mujer siendo sometida y siendo violada, y a la otra parte divirtiéndose. Eso queda clarísimo. Pero a partir de ahí podemos contar la historia que creamos, porque no es una tesis.¿Qué se llevará del personaje?A mí Coral a nivel actoral me ha aportado mucho. Y tener que entender una psicología tan compleja como la suya te lo llevas luego para la vida. Yo creo que esto es una de las magias de lo que hacemos. Aparte de estar jugando y estar dando vida a algo. Yo me acuerdo de que Álvaro Morte dijo una vez algo que sintetiza mucho nuestra profesión, muy sencillo, pero a la vez complejo: que nuestro trabajo es convertir a un personaje en una persona. Claro un personaje es algo que está en 2-D, tienes que levantar ahí a alguien que sea creíble y querible por el espectador. Cuando estás condenado a entender a tu personaje, aunque no tome las mejores decisiones, esto te lo llevas para la vida. Yo creo que es una de las buenas cosas de esta profesión. Que te hace cada vez más tolerante.Por cierto, no le he preguntado cómo ha sido trabajar con el cantante Rauw Alejandro, novio de Rosalía, que hace un pequeño papel en esta temporada.Es un compañero generosísimo. La verdad que quien menos trama tiene con él soy yo, con lo que coincidimos poquito en escena, aunque sí coincidíamos cada día en rodaje. ¡Y qué puedo decir, si es maravilloso! Es un tipo estupendo.