(Actualiza con detalles, citas)
Ciudad del vaticano, 2 ene (reuters) – decenas de miles
de personas acudieron el lunes a la basílica de san pedro para
presentar sus respetos al papa emérito benedicto xvi, cuyo
cuerpo fue velado sin ninguna parafernalia papal antes de su
funeral esta semana.
Benedicto XVI falleció el sábado a los 95 años en el aislado
monasterio vaticano en el que vivía desde su inesperada renuncia
en 2013.
“Siento como si fuera un abuelo para nosotros”, dijo a
Reuters en la Plaza de San Pedro Veronica Siegal, una estudiante
católica de secundaria de 16 años de Baton Rouge, Luisiana, que
está en Roma para un programa de estudios religiosos, después de
ver el cuerpo.
“Sé que está en un lugar mejor porque era un hombre santo”,
dijo su compañera de clase Molly Foley, también de 16 años y de
Atlanta, Georgia. Una tercera joven del grupo llevaba una
bandera estadounidense en la espalda.
Su cuerpo, vestido con ornamentos litúrgicos rojos y dorados
y colocado sobre una sencilla tarima, fue trasladado en
procesión poco antes del amanecer a través de los Jardines
Vaticanos desde el monasterio hasta un lugar situado frente al
altar mayor de la Iglesia más grande de la Cristiandad.
Dos guardias suizos permanecían en posición de firmes a
ambos lados del cuerpo, que no portaba insignias papales ni
galas como el báculo, el bastón de plata con un crucifijo, o el
palio, la banda de tela que llevan al cuello los obispos
archidiocesanos.
El cuerpo del papa Juan Pablo II llevaba ambos cuando fue
velado en 2005.
No está claro si la cruz pastoral u otros objetos que
utilizó serán enterrados con él, pero la decisión de no tenerlos
durante la visita pública parece haberse tomado para subrayar
que ya no era Pontífice cuando murió.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo que Benedicto
será enterrado según sus deseos en el mismo lugar en las criptas
bajo la Basílica de San Pedro donde el papa Juan Pablo II fue
enterrado originalmente en 2005 antes de que su cuerpo fuera
trasladado a una capilla en la basílica en 2011.
Permanecerá en reposo hasta el miércoles. Su funeral se
celebrará el jueves en la Plaza de San Pedro y será presidido
por el papa Francisco.
La seguridad era estricta, y los visitantes pasaron por
varios puntos de control antes de entrar en la basílica. Muchos
se detuvieron a rezar después de ver el cuerpo o se quedaron
para asistir a misa en capillas laterales.
Antes de que la iglesia se abriera al público, el presidente
italiano, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Georgia
Meloni, presentaron sus respetos.
El arzobispo Georg Ganswein, el más cercano colaborador de
Benedicto XVI, se sentó en el primer banco a un lado del cuerpo,
junto con la familia del fallecido líder religioso y los médicos
que lo atendieron en sus últimos días.
Aunque el número de visitantes era elevado, no había señales
de las enormes multitudes que acudieron a presentar sus respetos
al papa Juan Pablo II, cuando millones de personas esperaron
durante horas para entrar en la basílica.
Durante sus ocho años de papado, a Benedicto, un alemán
metódico, tímido y muy reservado, le costó remplazar al
carismático Juan Pablo II, invitando a constantes comparaciones
en los medios de comunicación y entre los fieles de la Iglesia
de 1.300 millones de miembros.
(Información de Philip Pullella; escrito por Crispian Balmer;
editado en español por Benjamín Mejías Valencia y Javier Leira)