Asim Munir toma posesión como nuevo jefe del Ejército de Pakistán en plena crisis política
MADRID, 29 Nov. 2022 (Europa Press) –
Una delegación gubernamental de Pakistán ha iniciado este martes una visita oficial a Kabil para mantener reuniones con los talibán, un día después de que el grupo armado Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes, anunciara el fin del alto el fuego con Islamabad.
La delegación paquistaní, encabezada por la secretaria de Estado para Asuntos Exteriores, Hina Rabani Jar, ha mantenido conversaciones con el ministro de Exteriores nombrado por los talibán, Amir Jan Mutaqi, para abordar las relaciones bilaterales.
Jar se ha reunido además con el vice primer ministro interino de Afganistán, Abdulsalam Hanafi, un encuentro en el que ha estado presente el ministro de Minas y Petróleo de Afganistán, Shahabudín Delauar, tal y como ha confirmado el Ministerio de Exteriores paquistaní a través de su cuenta en la red social Twitter.
El Ministerio de Exteriores de Pakistán había apuntado en un comunicado publicado en su página web de cara a la visita que ambos abordarán la cooperación en los campos de educación, comercio e inversión, así como asuntos de “seguridad regional”.
“Como amigo y vecino de Afganistán, Pakistán reafirmará su solidaridad duradera con el pueblo afgano, en particular a través de esfuerzos para aliviar la crisis humanitaria en Afganistán y crear oportunidades reales para la prosperidad económica de hombres, mujeres y niños afganos”, ha manifestado.
La visita llega apenas un día después de que el grupo armado TTP pusiera fin al alto el fuego y reclamara a sus milicianos “perpetrar ataques, donde y cuando puedan”. Así, dijo haber mostrado “máxima contención” y denunció que “el Ejército y las agencias de espionaje (de Pakistán) no se contuvieron”.
El alto el fuego llevaba meses en vigor en medio de un proceso de conversaciones entre las autoridades paquistaníes y el grupo armado, un proceso mediado por los talibán afganos, que en agosto de 2021 se hicieron con el poder en el país vecino tras la toma de la capital, Kabul.
El grupo armado, que difiere de los talibán afganos en asuntos organizativos pero sigue la misma interpretación rigorista del islam suní, aglutina a más de una docena de grupos de militantes islamistas que operan en Pakistán, donde han matado a unas 70.000 personas en dos décadas de violencia.
Toma de posesión del nuevo jefe del ejército
Por otra parte, durante la jornada ha tomado posesión Asim Munir como nuevo jefe del Ejército, sustituyendo a Qamar Yaved Bajua, tras un proceso de designación marcado por las tensiones debido a las críticas del ex primer ministro Imran Jan, que reclamaba ser consultado.
Munir fue elegido la semana pasada por el primer ministro, Shehbaz Sharif, poniendo fin a semanas de especulaciones. Munir se ha convertido en el 17ª jefe del Ejército de Pakistán tras una ceremonia en Rawalpindi, según ha recogido el diario ‘Dawn’.
Durante la misma, Bajua ha mostrado su agradecimiento por haber sido nombrado para el puesto y ha felicitado a Munir, al que ha descrito como “un oficial profesional, capaz y de principios. “Estoy seguro de que, bajo su liderazgo, el Ejército alcanzará nuevas cotas de éxito”, ha subrayado.
En este sentido, Bajua ha mostrado su deseo de que el nombramiento de Munir –que en el pasado encabezó los servicios de Inteligencia del país, al frente de los cuales fue cesado por sorpresa por Jan–, sea positivo para el país, sumido en una grave crisis política.
La crisis deriva de las manifestaciones convocadas por el propio Jan para exigir elecciones anticipadas después de ser destituido en abril tras una moción de censura en el Parlamento. El ex primer ministro sobrevivió a un intento de asesinato tras recibir varios disparos durante una de estas protestas.
El líder del partido Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI) fue inhabilitado a finales de octubre por la comisión electoral por no haber declarado el dinero de la venta de obsequios y regalos recibidos por parte de líderes internacionales cuando se encontraba al frente del Gobierno.
Su salida del cargo se vio seguida de una creciente tensión política marcada por escándalos de transfuguismo y multitudinarias protestas a favor y en contra del primer ministro, denunciado por la alianza opositora del Movimiento Democrático de Pakistán (MDP) como un “títere” del Ejército. Las Fuerzas Armadas están consideradas el estamento más poderoso de Pakistán desde su independencia del Raj británico en 1947.