Los límites entre las placas tectónicas de la corteza terrestre están formados por un sistema de fallas. El movimiento de estas placas provoca que se acumule presión en estas zonas de falla y la liberación repentina de esta presión es lo que origina terremotos.
Ahora, en un estudio recientemente publicado en la revista Science, investigadores de la Universidad de Texas en Austin han descubierto un fenómeno de fricción en las fallas que podría ser clave para comprender cuándo y con qué violencia se desplazan, lo que permitiría actuar con mayor prevención frente a terremotos desastrosos como el recientemente ocurrido en Turquía.
Este fenómeno, que se llama “conservación por fricción” (la capacidad de una falla para fortalecerse y almacenar energía entre terremotos), determina la rapidez con la que las superficies de las fallas se unen o sanan después de un terremoto.
Así, una falla que almacenan esa energía más lentamente tiene más probabilidades de liberar energía de manera inofensiva en lo que se conoce como “eventos de deslizamiento lento”. Una falla que sana rápidamente es más probable que se mantenga hasta que se rompa de una sola vez en un terremoto grande y dañino.
Para llevar a cabo este descubrimiento, los investigadores midieron las propiedades de fricción de las rocas en la zona de subducción (se desliza por debajo) de Hikurangi en la costa de Nueva Zelanda a una velocidad de 50 a 60 milímetros por año.
Al exprimir las muestras de roca en una prensa hidráulica, descubrieron que las rocas ricas en arcilla tardaban mucho en “curarse” y se deslizaban con facilidad. Al conectar los datos a un modelo de ordenador de la falla descubrieron un pequeño temblor en cámara lenta cada dos años, casi exactamente igual a las observaciones de la vida real.
No solo cuándo, sino cuánto
Este hallazgo podría ser clave para comprender cuándo y con qué violencia se mueven las fallas. Eso por sí solo no permitirá a los científicos predecir cuándo ocurrirá el próximo gran terremoto (las fuerzas detrás de los grandes terremotos son demasiado complejas), pero les brindará a los investigadores una nueva y valiosa forma de investigar las causas y el potencial de que ocurra un terremoto grande y dañino. dijeron los autores.
Con las muestras y las observaciones de campo correctas, ahora se podrá empezar a realizar predicciones comprobables sobre cuán grandes y con qué frecuencia pueden ocurrir grandes eventos de deslizamiento sísmico en otras fallas importantes.