Una turba enojada casi lincha a una turista que subió sin permiso los 365 escalones del Castillo de Kukulcán, una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno que se encuentra en la zona arqueológica de Chichén Itzá, al Sureste de México.
Con chiflidos y gritos de “cárcel, cárcel, cárcel”, “que la encierren” y “sacrificio, sacrificio” la multitud, congregada en la explanada de Chichén Itzá, manifestó su enojo “porque esa mujer no respeta las reglas”.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prohibió subirse al edificio sagrado de los mayas desde 2008, instalando un cordón de seguridad alrededor y anunció multas que van desde 50,000 (unos 2,558 dólares) a 100,000 pesos mexicanos (cerca de 5,115 dólares), dependiendo del daño que se cause a la estructura.
La turista de origen desconocido subió a la cima del majestuoso edificio y se puso a bailar, lo que enojó más a los visitantes mexicanos y extranjeros que disfrutaban el día de asueto.
Autoridades del INAH aún no brindan informes del incidente, por lo que la multitud sigue exigiendo cárcel y la expulsión de Yucatán “y si es del extranjero, que se vayan de México”, gritaban los presentes.
En incidentes anteriores, el INAH informó que sí se castigaría de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que, en su Capítulo VI, establece las penas y sanciones contra quienes dañen o exploten monumentos arqueológicos inmuebles sin autorización del Instituto.