A medida que se utiliza el equipo fotográfico, el fotógrafo aprecia que las formas de colocarse y cómo se utiliza la cámara va a cambiar la manera de trabajar y el resultado final.
Dependiendo de la disciplina fotográfica, paisaje, urbano, arquitectura, documental… se va acumulando en el conjunto del material un tipo de lentes, un equipo diferente, de distintos tamaños, pesos y formatos.
A veces la fotografía es más pausada y pensada, y el fotógrafo tendrá tiempo de colocar el trípode, a la altura deseada, el cuerpo de cámara, el objetivo. Pero, en ocasiones, las cosas suceden con gran rapidez y, si se desea captar ese momento preciso y fugaz, es aconsejable tirar a pulso, con la ayuda de un monopié en alguno de los casos o posando la cámara en alguna superficie que sirva de apoyo, como en la fotografía urbana.
La mochila puede funcionar como un tipo de bean-bag para estabilizar la cámara en un momento determinado en el que no se disponga de un trípode y surja la toma rápida de una imagen.
TIRAR A PULSO
Hay diferentes posturas o posiciones utilizando el propio cuerpo que ayudarán a buscar la máxima estabilidad posible y permanecer largos periodos de tiempo con relativa comodidad.
Apretar los codos al cuerpo funciona como estabilizador. Pero si se quiere cambiar el punto de vista y aguantar mas tiempo, servirá arrodillarse con una pierna y utilizar la otra para apoyar el brazo que sirve de soporte para la cámara. Y para puntos de vista completamente a ras, es aconsejable tumbarse en el suelo.
Si se fotografía en entornos donde no existe la posibilidad de tumbarse, las primeras dos técnicas serán de gran utilidad.
Gracias al avance tecnológico, los pesos de las cámaras y las lentes de altas prestaciones han disminuido mucho.
Actualmente las lentes tienen mejor óptica y son más ligeras gracias a la utilización de nuevos materiales, por lo que cada vez es más usual la posibilidad de trabajar a pulso con normalidad, sin trepidar la imagen y sin partirse la espalda en el intento.
Ahora, por ejemplo, para la gran mayoría de los fotógrafos es posible gobernar un 400 mm o 600 mm.
Los parámetros utilizados, si se tira a pulso, es aumentar la velocidad de obturación de la cámara ya que no se cuenta con un trípode o apoyo estable.
Por ejemplo, una velocidad de 1/1000, 1/1600 es, en principio, suficiente para asegurarse de congelar la acción de un sujeto en movimiento. Todo depende de si la lente dispone de un sistema de estabilización, de la velocidad del sujeto, de la luz del entorno y del pulso del fotógrafo.
Si el objetivo es luminoso, una posibilidad es abrir el diafragma a f/2.8 y así poder disponer de más velocidad de obturación. Por esta razón, sumado a la calidad de imagen, este tipo de lentes son tan valoradas.
Sujetar el objetivo y la cámara de manera firme y con los codos pegados al cuerpo, aumentando la estabilidad y permitiendo la movilidad de los antebrazos, proporcionará dirección y perspectiva a la hora de disparar con la cámara.
Cuando se coge a pulso un gran teleobjetivo no es buena idea utilizar como apoyo de la mano la placa que se utiliza para anclar la zapata al trípode, ya que esa no es su función.
Dicha placa está especialmente diseñada para montar la lente en el trípode, por lo que se uso incorrecto provocará que pierda la estabilidad, siendo más propensa la trepidación de la imagen, incluso con velocidades de obturación altas.
Lo ideal es colocarla en la parte superior de la lente, girando el anillo de montaje de la lente al trípode y dejándola hacia arriba. También se utiliza para transportar la lente en la mano.
TRUCOS
Pegar los codos al cuerpo para ganar estabilidadTumbarse en el suelo o utilizar una rodilla de apoyo para el brazo que sujeta la cámaraLos objetivos ligeros facilitaran tirar a pulsoUtiliza una velocidad de 1/1000 aproximadamente para congelar la acciónLa mayoría de los barridos o paneos se realizan a pulso