De empatar en el campo del líder a ganar contra el colista. La teoría parecía fácil, pero en la práctica no lo ha sido en absoluto. El Girona ha tenido que convencerse a sí mismo para ganar este mediodía en el Elche (2-0) con una victoria que está clara, pero que no deja de ser insípida por cómo se ha producido. Estaban espesos los de Míchel, sabiendo materializar sus opciones. Taty Castellanos se quitó un peso de encima con un gol para abrir la lata en la primera parte y Oriol Romeu remató el trabajo. Ahora bien, lo más importante es el resultado porque con 38 puntos el descenso queda provisionalmente a 11 cuando quedan nueve jornadas por disputarse. También por estar entre los diez primeros (9º).
El Girona estaba avisado. Quien decía que debía “salirse con el cuchillo entre los dientes” no se equivocaba. Que viniera el colista de Primera a Montilivi, donde los de Míchel son fuertes, no era sinónimo de victoria. Por el contrario, había que trabajársela. Pero el equipo estaba espeso. Al menos, al principio. Los rojiblancos no se reconocían, dejando que el Elche tuviera más presencia en ataque aunque fuera sin peligro. O sí… Gazzaniga ha salvado los muebles al cuarto de hora de juego para desviar a córner un intento de vaselina de Gumbau. El de Campllong se ha encontrado con un balón muerto en el área fruto de una acción peligrosa.
Por su parte, Aleix Garcia ha provocado el primer aviso claro centrando una falta directa que ha salido rozando el palo. El centrocampista de Ulldecona no era titular aunque ha entrado igualmente en la primera parte para sustituir a lesionado Borja García. Por poco le ha tenido también Javi Hernández al recibir un caramelo de Arnau. La llegada del lateral izquierdo fue frustrada por Werner, el portero que hoy se estrenaba en liga, antes de tiempo. Al igual que el centro de Iván Martín.
Gazzaniga ha tenido que volver a intervenir para desviar un disparo de Gumbau. Taty Castellanos ha cambiado el guión de un partido extraño con un gol en el minuto 44 para avanzar y animar al Girona. El delantero argentino, que ya había recibido el apoyo de la afición con aplausos en el minuto 9 (su dorsal) después de haberse borrado las redes sociales para fallar una ocasión clara ante el Barça en el Camp Nou, ha sido ovacionado. Se le ha visto emocionado. Mientras Javi Hernández ha podido marcar el segundo. Esto ya era otra cosa.
Sin embargo, la segunda parte ha comenzado al igual que la primera. Al Girona le costaba progresar y quienes intimidaban eran los de Beccacece. En consecuencia, Míchel hizo un doble cambio con Valery y Miguel por Toni Villa y Javi Hernández porque, aparte del resultado a favor, no le gustaba lo que veía. Sobre todo, después de que Gazzaniga volviera a ser providencial para detener un disparo de Collado.
El conjunto ilicitano lo probaba, a pesar de demostrar porqué se encuentra abajo de todo de la mesa. Los gerundenses funcionaban a trompicones. Tsygankov ha estado a punto de superar a Werner pero Lucas Boyé le ha desviado a córner. Lo ha podido hacer Oriol Romeu, cogiendo desprevenido al guardameta desde la frontal.
Con el 2-0, el Girona ha tenido, al menos, la tranquilidad y la certeza de estar más cerca del objetivo. Lo ha celebrado Montilivi, que, como el equipo, se ha quitado el sueño de las orejas en el tramo final. Todo el mundo iba a una.