“Trabajar en películas de acción me permite perder dinero con el teatro que hago”

El actor y director de escena Sergio Peris-Mencheta (Madrid, 1975) acaba de aterrizar en Madrid. Viene de Los Ángeles, en Estados Unidos. Ahí vive y trabaja. Últimamente, mucho. En la serie “Snowfall”, pero también en “Rambo: Last Blood” o en la segunda parte de “Megalodón”, con Jason Statham. Conversa por teléfono con LA NUEVA ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, después de haber presentado su nuevo proyecto: el concurso “Traitors”, que va a emitir HBO Max. Sin embargo, la conversación que sigue a continuación tiene una excusa más cercana: el musical “The Ladies Football Club” basado en un texto del dramaturgo italiano Stefano Massini, el mismo de “Lehman Trilogy”, llega este fin de semana a Asturias. El viernes (20.00 horas) al Centro Niemeyer, en Avilés, y el sábado, al teatro Jovellanos de Gijón (20.30 horas).

–Llegó anoche, ¿no?

–No, no. Esta mañana [por la de ayer]. A las seis de la mañana ha aterrizado el avión.

–Pues muchas gracias por atenderme.

–Hablar de teatro va a venir bien a mi “jet lag”.

–Después de “Lehman Trilogy” parecía natural que se metiera con “The Ladies”.

–No sé si era natural. De hecho, no me lo esperaba. Stefano Massini me mandó varios textos y de todos los que mandó me quedé con “The Ladies Football Club”, que era un monólogo y llamé a Nuria [Cruz Moreno, la productora de Barco Pirata] y le dije que teníamos un obrón con once mujeres en escena. Y le advertí que debíamos tener los bemoles para montar un obra con tanta gente. Lo traduje, lo adapté, se la mandé a Nuria y se enamoró de la idea y del texto. Y para adelante que fuimos.

–Massini escribió esta obra hace cuatro días, como quien dice.

–La escribió así: rollo pandémico. Me la mandó y meses después me dijo que la había leído yo y los que la querían hacer en Broadway o en una serie. O algo así.

–Dice que era un monólogo.

–En general, Massini escribe monólogos. “Lehman Trilogy” era un monólogo. Ha escrito alguna obra de teatro al uso, pero en general suele inclinarse por monólogos en verso libre. Claramente, daba la posibilidad de que fueran once mujeres las que lo hicieran. De hecho, se estrenó en Italia. Hicieron una semana de funciones en un teatro con una actriz que lo hacía todo, vamos. Lo que hacía era narrar el cuento de estas once mujeres. Le pregunté y me dijo que sí, que tenía carta blanca para adaptar, para poner, para quitar. Esa es una de las bendiciones que tiene Massini: te da la opción de hacer lo que te dé la gana. Entonces yo me imaginé algo muy coral en el sentido musical: la fuerza de las mujeres cantando al unísono. Y a él también le pareció interesante y ahí nos metimos.

–Hizo “La cocina”, “Lehman Trilogy”, “Castelvines y Monteses”… Le gustan los mogollones.

–Bueno, también he hecho “Un trozo invisible de este mundo” o “Una noche sin luna”, donde sólo hay un actor. Me gusta contar historias que me atrapen, que me enseñen, que me sorprendan; con las que, de repente pueda decir: “Coño, esto no lo sabía”. Sinceramente, hay mucho de “Una noche sin luna” que desconocía y que me atrapó cuando me lo contó Juan [Diego Botto] y esta historia de estas mujeres a las que les sucede lo que sucede no sólo lo desconocía yo, si no que la mayor parte de la gente no sabía ni que habían existido. Unas mujeres que acapararon las portadas de los periódicos de la época, que llenaban estadios, que eran las Haaland y Mbappé de la época y que cuando terminó la Primera Guerra Mundial se las tapó y ni siquiera su historia se conoce.

–Estamos hablando de unas obreras que entran en la liga.

–Unas obreras de una fábrica textil que se reconvirtió a planta de municiones. Está basado en la historia real de las Dick Kerr Ladies. Estas mujeres llegaron incluso a hacer gira por los Estados Unidos, sobre todo cuando las prohibieron jugar en sus estadios y tuvieron que hacerlo en campos que no estaban habilitados.

–¿Cómo se monta esta movida tan grande?

–Ha sido más difícil hacer “The Ladies” que mi “Castelvines”. “The Ladies Football Club” ha sido mi trabajo más difícil, más que “La cocina”. Luego lo miras con distancia y dices: “¿Cómo narices me salió?” Monto “Ladies Football Club” al mismo tiempo que ruedo una película en Londres. Estoy desde el 4 de febrero del año pasado y hasta abril, hasta el estreno en el Arriaga de Bilbao, viajando de Londres a Alcorcón. Estaba rodando una película con Jason Statham que se estrenará en agosto: la segunda parte de “Megalodón”. Soy el malo. Venía de pegarme con Jason Statham en Londres y me metía en un polígono industrial a hacer “The Ladies”. Estábamos en Londres, en los estudios de Harry Potter. Acababan de terminar de rodar la última de “Indiana Jones”. Me hice quince viajes Alcorcón-Londres, Londres-Alcorcón y al final pude hacer las dos cosas. Poder, se pudo, aunque asustaba de primeras. Con la producción de Nuria, que lo hace más fácil, lo pudimos hacer. Pero es un embolado de mucho cuidado: once mujeres, once micrófonos, una escenografía de tres pisos con la que tienes que ensayar desde el primer día, porque, si no, es imposible…

–Veo que su amor por el teatro lo puede todo.

–Sí, sí, supongo que sí. Porque no me cuesta. Hago las cosas a golpe de corazón.

–Parece que haya dos Peris-Menchetas en su vida: el de las pelis de mamporros y el del teatro.

–Es el mismo, pero los dos se retroalimentan. Trabajar en pelis de acción me permite perder dinero con el teatro que hago: no soy de monólogos del Club de la Comedia. Gracias a que puedo hacer el teatro que yo quiero y contar las historias que me apetece puedo no morirme de la pena rodando películas con Statham: los dos Sergios, ya digo, no pueden vivir solos.

 

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