Hristo Stoichkov brilló con luz propia en el Mundial de Estados Unidos 1994. El delantero del FC Barcelona, que ese año ganó el Balón de Oro, lideró a la selección de Bulgaria después del decepcionante debut contra Nigeria (3-0) en el Cotton Bowl de Dallas. El combinado europeo acabó en cuarta posición del torneo.
Stoichkov, que llegó a la cita como una de las grandes estrellas del momento, se echó al equipo a la espalda tras el sorprendente revés contra el combinado africano. A base de juego, carácter y goles, Hristo abanderó la reacción búlgara contra Grecia (4-0) —anotó dos goles, ambos de penalti— y Argentina (2-0) —abrió el marcador—. Bulgaria superó la fase de grupos como segunda clasificada.
En octavos de final apeó a México (1-1) en la tanda de penaltis (1-3). El gol búlgaro llevó la firma de Stoichkov. En cuartos de final la selección de Dimitar Penev dio la gran sorpresa y dejó en la cuneta a Alemania, a la que superó por 2-1 y, nuevamente, con un gol de Stoichkov, el del empate.
Realidad
La aventura acabó en semifinales. Italia tuvo que emplearse a fondo para frenar a Bulgaria, a la que derrotó por 2-1 después de cinco inspirados minutos de Roberto Baggio (marcó un doblete). El gol búlgaro volvió a llevar la rúbrica de Hristo.
Descarrilada, Bulgaria afrontó el partido por el tercer y cuarto puesto con la moral por los suelos. Suecia, en el Rose Bowl de Los Angeles, pasó por encima de los búlgaros (4-0) en el primer tiempo, periodo en el que sentenció el partido con los goles de Brolin, Mild, Larsson (después jugó en el Barça) y Andersson.
El Mundial de Estados Unidos se lo llevó Brasil, que venció a Italia por penaltis después de que los 90 minutos y la prórroga finalizaran sin goles. Fue la primera final que se definió desde los 11 metros y Brasil se impuso por 3-2. Stoichkov y el ruso Oleg Salenko, ambos con 6 goles, fueron los máximos realizadores de la competición.