Selección argentina en Qatar 2022: la selección se aferra a rutinas y muestra señales de recuperación

DOHA (Enviado especial).- Mismo lugar, diferente energía. Todo cronometrado, las puertas a la zona de entrenamiento se abren con puntualidad, el regado automático se acciona a la hora señalada y los futbolistas salen a escena lentamente. Todos aquí sabían que la oferta sería la misma que después de Arabia Saudita, apenas un puñado de minutos para ver a los futbolistas que ingresaron en el segundo tiempo ante México, más los que no saltaron al campo de juego. Una actividad liviana, risas, ya nada de gestos de tensión y un aura diferente sobrevolando en esta Universidad de Qatar que en la mañana posterior al gran desahogo de la selección argentina. Entonces, el diagrama del grupo será idéntico: “Rutina que funciona, no se toca”. Toda una tarde de familia, de afectos, de devolverles a los suyos el gesto de ayudarlos a pasar la pesadilla de Arabia Saudita. A repetir las costumbres que “le permitieron” volver a ganar, aferrarse a ellas para “recuperar sus poderes”.

Mientras se escuchaba en diferentes idiomas cómo el conjunto nacional podría salir a jugar ante Polonia, la final que le queda en la instancia de grupo, justo en ese instante que algunos se preguntaba si Leandro Paredes regresará a la titularidad o Enzo Fernández estará desde el arranque, sacudió la modorra de una mañana cargada de una noche larga de mates y charlas distendidas, la imagen del capitán. Mientras varios de los futbolistas que fueron titulares no se mostraron ante las cámaras, Lionel Messi salió a la cancha, como siempre, acompañado por Rodrigo de Paul.

Lionel Messi y Rodrigo De Paul, rompieron con la lógica del día después, cuando sólo aparecen en las prácticas los que no jugaron la noche anterior (Aníbal Greco/)

No se sumó al resto del grupo, cruzó todo el campo a paso cansino, miró para un lado, apuró un sorbo de agua, como custodiando todo. Miró hacia las cámaras, se rio ante alguna palabra que se podía advertir de De Paul y detuvo su marcha a la sombra, lejos del sol invernal qatarí, que nadie tiene que envidiarle al verano de la Argentina…

Se sentó junto a De Paul en el césped, apoyó su espalda contra el alambrado, se quitó las zapatillas y ahora sí pareció poder cumplir con lo que venía a buscar aquí: disfrutar. Si la selección argentina necesitaba una señal, la que dio Messi en la mañana posterior a romper el pánico escénico en esta Copa del Mundo es todo lo que necesitaba el grupo. El líder a la vista, mostrando que algo cambió que parece que verdaderamente su frase “ahora volvimos a ser nosotros” tiene un peso real.

Y como el cuerpo técnico advirtió que el ritual familiar fue una buena dosis de confianza, entendió que era necesario sostener una fórmula así. No porque el equipo se haya expresado como ellos quieren, sino porque en este punto leen que es vital alimentar la confianza, potenciar lo que lograron, traducir esas lágrimas de alivio en algo positivo. “Necesitamos que no se relajen”, fue lo que se escuchó en las horas posteriores a la victoria con México, ese fue el mensaje que se bajó y todos apoyaron esa idea. El capitán, incluso, se subió a esa cruzada y amplificó el pedido en cada rincón del búnker de la Argentina en esta ciudad. Entonces, a diferencia del último encuentro familiar, será menos extenso, porque Lionel Scaloni y todo su staff técnico quieren probar algunos movimientos tácticos.

Leandro Paredes trabajó con sus compañeros y ahora su nombre será un tema central, ya que no está claro que Scaloni le devuelva la titularidad (Aníbal Greco/)

Lo que pretenden es que no vuelva a instalarse entre los futbolistas la idea de que todos es color de rosa, porque esas formas fueron las que los hicieron darse de frente contra la realidad en el debut de esta Copa del Mundo. “No podemos regalar nada”, se instaló en la cena, porque saben todos que saben que necesitan ganarle a Polonia para sentir que el reencuentro con su esencia es verdadero, que no se trató de un simple rapto de genial de Messi.

“Fue un desahogo porque fueron días un poco duros por ese golpe que tuvimos”, reconoció De Paul tras la victoria con México y todos lo sienten. Pero también saben que lo que pasó con Arabia Saudita los expuso como nunca y les colocó los pies sobre la tierra, por eso en estas horas los más experimentados, Messi, Di María y Otamendi, se encargarán de explicarles a los demás que no cambió nada para el equipo de cara a lo que viene, que continúa la filosofía de asumir los partidos como “mata-mata”, como les gusta denominar en la concentración a los choques por eliminación directa. Y que serán días de mucho estudio, de saber bien qué piezas tocar para no cometer ningún error.

 

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