DOHA (Enviado especial).- Fue inmediata la determinación. Lionel Scaloni miró la cara de sus muchachos y se convenció. Lo tenía pensado, estaba casi acordado, pero después de las batallas en esta ciudad, ya era necesario darle un poco de aire. Un espacio para “desintoxicarse”, como bromearon en la intimidad, de estos días de tantas tensiones. Por primera vez aquí, la selección argentina rompió su burbuja en la Universidad de Qatar. Es que el cuerpo técnico comprendió que, además de darles descanso a nivel deportivo, nuevamente tenía que recurrir a una estrategia más grande de cara a los cuartos de final, para el choque con Países Bajos: darles la libertad a los futbolistas para que puedan visitar a sus familias y salir del búnker albiceleste.
De los 26 futbolistas que componen el plantel de la selección argentina, 23 tomaron la determinación de salir de la Universidad de Qatar. Los únicos que decidieron quedarse y recibir a sus familias en la concentración fueron Lionel Messi, Papu Gómez y Nicolás Otamendi. Y como tuvieron la libertad de disponer a placer del lugar y de los tiempos, aprovecharon para prender las parrillas que llegaron especialmente a Qatar y compartieron un asado con todos sus afectos. La comitiva Messi estuvo completa nuevamente, incluso, el capitán compartió una foto con Antonella en su cuenta de Instagram.
Gabriel Batistuta invitó a dar un paseo en barco a Julián Álvarez y Alexis Mac Allister (Instagram/)
El cuerpo técnico también tomó la decisión de darse un tiempo para el descanso. Menor que el de los futbolistas que podían regresar hasta después de la cena. Lionel Scaloni prefirió no romper con sus rutinas, pero si se permitió recibir a sus familiares y estuvo un buen rato caminando por la Universidad de Qatar. Lo mismo sucedió con Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala, que compartieron tiempo con sus afectos sin grandes movimientos.
Todos los futbolistas fueron encontrando diferentes actividades y muchos contaron sus encuentros en las redes sociales. Como Gerónimo Rulli, que fue grabado por su pareja Rocío Espósito, mientras el arquero jugaba con su hijo Luca. Así como en la cuenta de Instagram de Mandinha, la mujer de Emiliano Martínez, mostraron cómo hicieron un asado en la vivienda que alquilaron por la zona de West Bay, donde está la mayoría de los familiares de los futbolistas argentinos.
También Gabriel Batistuta formó parte de este día libre de los jugadores de la selección, ya que invitó a Julián Álvarez y a Alexis Mac Allister a dar un paseo en barco. Así como Nahuel Molina aprovechó para salir de shopping con su pareja Bárbara Occhiuzzi. Incluso, Leandro Paredes se tomó un tiempo para ir a la playa junto a Camila Galante y sus hijos Victoria y Giovanni. Otro de los que visitó a su pareja, Agustina Gandolfo y Lautaro Martínez almorzaron en Nusr-Et Steakhouse Doha, asador sofisticado de cocina turca, especializado en carnes.
Leandro Paredes, junto a su pareja Camila Galante y sus hijos victoria y Giovanni (Instagram/)
Se encargan a cada rato de medir cómo está el grupo. Es muy importante para el staff técnico que el ánimo esté a pleno para el próximo paso. Leyeron en los rostros de los jugadores un agotamiento natural, por eso es que advirtieron que darles libertades los iba a ayudar a recargar energías. Incluso, resignaron la cena todos juntos, que comparten en una misma mesa, medida que adoptaron desde la concentración en Ezeiza para la Copa América, porque vieron que si cortaban con la rutina el humor iba a mejorar notablemente.
Es Pablo Aimar uno de los puntales para este tipo de determinaciones. Es que es muy cercano a los futbolistas. Fue él quien se encargó antes del partido de Australia de pasar por la habitación de cada jugador para pedirles que no hablen con nadie acerca de cómo iba formar la selección argentina y todos aceptaron la propuesta. Entonces, también es importante cuando Aimar le sugiere a Scaloni que es bueno darles aire a los muchachos argentinos.
Si bien no quieren perder tiempo en la conformación del equipo para enfrentarse con Países Bajos, era necesario relajar los músculos y la mente, y que los que deben recuperar el físico lo puedan hacer en los términos que pretenden. Por eso, Papu Gómez prefirió quedarse, ya que tiene un esguince leve de tobillo y puede ganar tiempo si se concentra en tareas de kinesiología.
Muchos regresaron más temprano, porque esta noche comenzará el segundo torneo de truco, otro de los rituales sagrados que se instaló en este grupo y del que participan todos los integrantes de la delegación, incluido el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y también Lionel Scaloni, que juega con Samuel y Ayala. Se formaron 16 equipos de tres participantes, para armar el cuadro que arranca de octavos de final y cada llave se juega al mejor de tres partidos a 30 puntos. Cada uno pone 100 dólares para el pozo: el trío ganador se llevará 1200 para cada integrante, mientras que el que pierde la final embolsará 400 por participante.
Se alimenta este equipo de estas pequeñas cuestiones. Se fortalece desde lo emocional cuando encuentran espacios para poner la cabeza afuera de las presiones. Sienten todos que deben dar respuestas a los miles de hinchas que vinieran hasta aquí para apoyarlos, por eso es que también necesitan despejarse para asumir la próxima empresa, la de Países Bajos, la de tratar de llegar al penúltimo escalón de la gran ilusión.