Selección argentina en el Mundial 2022: el reencuentro con los familiares el día después de la derrota

DOHA (Enviado especial).- El silencio predomina. Esta mañana en la Universidad de Qatar es diferente. Los mismos movimientos, idénticas actividades, siempre se intentó mostrar lo mínimo e indispensable. Se huele en el aire que la herida está abierta, que no alcanza con una noche larga de arengas, charlas y autocrítica. Sirvió la palabra de Lionel Messi, aplicó un bálsamo el capitán sobre “su” equipo. Intentó darle una inyección de ánimo a los menos experimentados, pero por ahora no cambió el semblante. Los rostros, del cuerpo técnico y de los jugadores lo dijeron todo. Hacen una evaluación del momento, por eso toman determinaciones y ahora apuestan a la familia como un fórmula más para cambiar el aire.

Un desayuno igual de lúgubre que la cena, alguno se animó a “tirar algún chiste” pero no encontró el ida y vuelta habitual. “Hay que pasar página”, dijo Messi, tras la dolorosa caída con Arabia Saudita. Pero no es sencilla, por el momento, la tarea. Trabajó en las últimas horas el capitán para eso, sabe que necesitan de manera urgente hacerlo porque para el choque del sábado próximo ante México, no hay ningún margen de error.

En la práctica abierta participaron principalmente aquellos jugadores que no estuvieron en la dura derrota ante Arabia Saudita (Aníbal Greco/)

En el ómnibus de vuelta a la concentración de la Universidad de Qatar y ante compañeros abatidos, Messi se plantó, como en la zona mixta anoche en esta ciudad. Ahora para hablar con sus compañeros, para pedirles que se mantuvieran unidos. Él es el único que puede mantener todas las piezas ensambladas. Lo que consiguieron hasta ahora no fue casual; las derrotas ocurren y saber levantarse es parte del proceso de un gran equipo.

Pero como se dijo, por el momento, nada alcanza. Al llegar al hotel, el cuerpo técnico decidió que la merienda fuera opcional. Algunos no querían bajar de tan apenados que estaban, se quedaron en sus habitaciones. Y la cena fue la cita principal, pero no tuvo el ambiente más agradable, demasiada tristeza como para disfrutar de un momento que siempre está lleno de bromas y buena energía. Anoche, a última hora, los futbolistas le pidieron un rato al cuerpo técnico para volver a charlar entre ellos.

A pesar de que el clima no es bueno, pudieron verse algunas risas en la selección (Aníbal Greco/)

La madrugada fue interminable. La mayoría no pudo conciliar el sueño. Hubo rondas de mate para acompañarse entre los desvelados, para hablar de cómo recomponerse, de salir a cambiar la imagen desde el partido con México.

Entonces, en ese contexto, Scaloni y todo su staff evaluaron situaciones que puedan ayudar anímicamente a un grupo que recibió un impacto que no esperaba. Por eso es que determinaron que cambiar el formato de las visitas. Usualmente los jugadores reciben aquí a sus familias por un tiempo determinado, en la jornada posterior al gran traspié, la medida que adoptó el cuerpo técnico, es que tras el almuerzo todos los integrantes del plantel pueda recibir en la concentración a sus familiares sin límite de tiempo. Como si se tratase de una tarde libre para sanar heridas.

En la práctica, lógicamente, la mayoría de los titulares no estuvieron en la cancha. Cumplieron tareas de gimnasio livianas. Los únicos que aparecieron en escena ante las cámaras, por el tiempo que obliga la FIFA a otorgar a las selecciones para que puedan acceder los medios de comunicación fueron los que no salieron desde el arranque ante Arabia Saudita. Scaloni, Aimar y Samuel custodiaron cada movimiento desde lejos, charlando, pensando en alternativas para recuperar definitivamente al grupo de cara al gran choque del sábado próximo con México,

 

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