BARCELONA.– Más de cuatro décadas después de convertirse en una epidemia global que ha causado cerca de 40 millones de muertes en el mundo, el virus del VIH sigue escapando a todos los esfuerzos para desarrollar una vacuna que prevenga nuevas infecciones. La farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson anunció
ayer que interrumpe el ensayo global en marcha desde 2020 tras los resultados que muestran la ineficacia del suero para evitar nuevos contagios.
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La fallida vacuna utilizaba un adenovirus modificado para transportar al interior de las células del paciente el ADN de las proteínas más representativas del virus con el objetivo de que la respuesta del sistema inmunitario creara anticuerpos. Era el primer proyecto de vacuna en más de una década que había llegado a la última etapa de los ensayos, la llamada fase III. En las pruebas, que han tenido una duración de dos años, estaba prevista la participación de un total de 3800 pacientes, 250 de ellos en España.
“El VIH sigue demostrando ser un desafío único para el desarrollo de una vacuna”, lamentó Susan Buchbinder, copresidenta de la Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH (HVTN, en sus siglas en inglés) en un comunicado. Esta entidad ha colaborado con Johnson & Johnson en el desarrollo de las pruebas. Pese al fracaso, Buchbinder ha defendido que “la comunidad de investigación del VIH sigue totalmente comprometida y cada estudio nos acerca un paso más al objetivo”.
Muertes anuales
Según datos de Onusida, el virus del VIH sigue teniendo un gran impacto en la salud global, con cerca de 1,5 millones de nuevas infecciones y más de 600.000 muertes registradas en 2021. Las estimaciones del organismo apuntan a que cerca de 38 millones de personas viven con el patógeno. En el mundo desarrollado, la práctica totalidad puede hacerlo casi con total normalidad gracias a los tratamientos retrovirales desarrollados, pero estos no llegan a todos los países. Cerca de la mitad de la carga de la enfermedad la soportan las poblaciones de los países más pobres de África.
En la actualidad hay otros proyectos de vacuna en desarrollo, entre ellas una de la compañía Moderna que utiliza la tecnología ARN mensajero que ha logrado buenos resultados frente a la Covid grave, aunque todos ellos se encuentran todavía en las fases iniciales.
Por Oriol Güell
©EL PAÍS, SL