En plena vuelta olímpica del seleccionado argentino en el estadio Lusail durante la celebración del título de campeón del mundo en Qatar 2022 el domingo pasado, una situación generó una polémica en el mundo del fútbol y despertó críticas furiosas en las redes sociales. El protagonista fue el reconocido chef turco Salt Bae, quien fue visto en múltiples ocasiones dentro del campo junto a los jugadores acariciando la Copa del Mundo, tomándola en brazos y hasta satirizando el histriónico show que hace junto a las mesas en sus comidas.
Todo eso que se propagó en fotos y videos provocó un gran debate, ya que de acuerdo con los reglamentos de la FIFA, el trofeo que reciben los campeones del mundo solamente puede ser tocado por los propios jugadores y el cuerpo técnico del equipo ganador, así como los jefes de Estado presentes. Al tocar e incluso cargar la Copa, el famoso chef quebrantó esa regla del máximo organismo del fútbol a nivel mundial y de inmediato sobrepasó las repercusiones.
“Tras una investigación, la FIFA ha establecido que algunas personas accedieron ilegalmente al terreno de juego después de la ceremonia de clausura del estadio de Lusail el 18 de diciembre. Se tomarán las medidas que correspondan”, expresó un portavoz de la entidad.
Además de meterse donde no estaba permitido, Salt Bae resultó algo denso con Lionel Messi, al que incluso saludó reiteradamente y palmeó varias veces delante del escenario donde se entregaron las medallas y el trofeo. E interrumpió algunas fotos de los futbolistas con sus familias para tomar la Copa, besarla y grabarse. Su afán de protagonismo no cayó nada bien.
A tal punto llegó esta investigación que, mediante una publicación en redes sociales, desde la organización del US Open Cup de Estados Unidos se dio a conocer que el cocinero fue rechazado para estar en la final de dicho certamen en 2023, aunque sin revelar mayores detalles de la decisión de no contar con su presencia en el torneo más longevo del fútbol estadounidense. En el país donde de todo hacen un show admirable, no lo quieren.
Salt Bae is hereby banned from the 2023 @opencup Final
— U.S. Open Cup (@opencup) December 20, 2022
En uno de los arcos, Cuti Romero y Lisandro Martínez se tomaban fotos junto a la Copa y a ellos también los interceptó el chef, que tomaba el trofeo y simulaba que le echaba una pizca de sal, un sello de su show con las lujosas comidas que prepara.
Todas esas situaciones llevaron a la investigación que está llevando a cabo la FIFA para determinar las posibles sanciones, aunque ya un portavoz de ese organismo reveló que el acceso del chef al terreno de juego se dio “de manera ilegal, al igual que algunas otras personas, motivo por el que ya se analizan las medidas”, sostuvieron en palabras que se replicaron ya en varios medios internacionales.
En el caso de Messi, incluso, el astro argentino lo observó de costado, sorprendido, cuando se le acercó y quiso seguir su camino, pero Salt Bae, que no estaba dispuesto a rendirse, lo tocó en el hombro izquierdo y lo tomó del antebrazo en varias ocasiones. Fue tanta la insistencia que Leo accedió a la foto y al video juntos, aunque sin regalarle ni una sonrisa y con una evidente molestia.
Messi ignora a Salt Bae que le insiste para hacerse una foto. pic.twitter.com/vS7mp0Tfvi
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) December 19, 2022
El carnicero turco Nusret Gokce, conocido mundialmente como Salt Bae, tiene su restaurante en Qatar y se mueve como un verdadero rockstar. Está siempre peinado a la gomina, con su tradicional coleta y barba candado. Y, por supuesto, sus inconfundibles gafas negras al estilo John Lennon, pero con bordes dorados. Delante de la comida se calza unos guantes de látex para cumplir con su ritual: corte de carne y su gracia conocida mundialmente, hasta convertida en meme: la pizca de sal arrojada con los dedos pulgar y anular de su mano derecha, que rebota en su antebrazo y cae sobre los cortes vacunos.
Durante el Mundial en Doha, pasaron por aquí jugadores de varias seleccionados, como Polonia y España, y el titular de la FIFA, Gianni Infantino. Incluso, Claudio “Chiqui” Tapia estuvo tras uno de los triunfos de la Selección dirigida por Lionel Scaloni y degustó junto a un grupo de amigos un tomahawk (la pieza de más de un kilo que se vende a 250 dólares -77.500 pesos argentinos-), un asado sellado en la parrilla y cocinado en el horno por ocho horas (71.000 pesos) y un lomo (36.500 pesos).
El Chef Salt Bae en su restaurante del Sheraton de Bay West, Doha, en Qatar. (Aníbal Greco/)
Salt Bae rememora sus encuentros con Diego Maradona, quien tenía una mesa especial en su restaurant de Dubai. Y anticipó a LA NACION que quiere abrir una sucursal en Buenos Aires de su cadena, que hoy atiende en Doha. Su imperio, que comparte propiedad con un magnate turco, está compuesto por 22 restaurantes Nusr-Et: siete en los Estados Unidos, el país con más locales, pero también tiene en Londres, Mykonos, Estambul, Dubai y Riad, entre otros.