Rosario. Les Luthiers estrenó un nuevo espectáculo, luego de 14 años, y fue ovacionado

ROSARIO.– A las 21 ya hace rato cayó el sol en Rosario pero el termómetro sigue encaprichado en 38 grados. El asfalto todavía irradia el mismo ardor que el del mediodía y si hay un atisbo de brisa, es de las que queman. El sentido común llama a que esta noche sea de descanso y bebidas frescas pero no hay mercurio que logre interponerse entre el Teatro Astengo y los ávidos espectadores que durante las próximas dos horas protagonizarán una sala repleta de ovaciones, aplausos, lágrimas y risas. La vuelta de Les Luthiers, luego de la muerte de su productor Lino Patalano, amerita peinarse, desempolvar algún conjunto digno y encaminarse hacia una elegante noche de verano en el teatro. En la tierra de Messi, este viernes el fútbol del Mundial se corre del foco y le presta espacio al disfrute de estos viejos nuevos conocidos.

Más Tropiezos de Mastropiero, con instrumentos nuevos y vistosos y el elenco renovado completamente y afianzado, devuelve al emblemático grupo a las tablas luego de la pausa por la pandemia. El esperado montaje se trata del 38° espectáculo de la mítica agrupación, que ahora integran Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Tomás Mayer-Wolf, Martín O’Connor, Horacio “Tato” Turano y Roberto Antier.

Les Luthiers comenzó su gira en el Teatro Astengo de Rosario, como ya es costumbre (LA NACION/Marcelo Manera/)

Abanicos improvisados con los tickets de entrada decoran la platea en la que se alternan parejas de todas las edades, familias con niños emocionados por ver ídolos compartidos junto a sus padres y grupos de amigos que se encuentran o abrazan de butaca en butaca.

Martín O’Connor y Carlos López Puccio; en escena se ven varios instrumentos nuevos, vistosos y muy musicales. (LA NACION/Marcelo Manera/)

El espectáculo gira en torno a una supuesta entrevista –culta, aguda e hilarante– al viejo conocido Johann Sebastian Mastropiero. En el transcurso de las casi dos horas de espectáculo se rememora, con ejemplos musicales y escénicos, buena parte de la vida del compositor, desde sus primeros fracasos hasta los más recientes. Con algunos cuadros que vislumbran cierta evocación a la juventud y a otros tiempos, al grupo no le tiembla el pulso a la hora de jugar con su humor en tiempos de corrección política. En escena nada es solemne, ni improvisado. Cada movimiento es exacto y efectivo, donde la teatralidad, la musicalidad y la elegancia solo se desacomodan con algún aplauso inesperado y gratificante.

Desde sus inicios, en 1967, el conjunto Les Luthiers se fue transformando. Sus integrantes fueron cambiando, pero su sello trascendió a las personas. En 2015, Les Luthiers sufrió la muerte de Daniel Rabinovich, uno de sus miembros fundadores. Dos años más tarde, se retiró Carlos Núñez Cortés y en abril de 2020, en plena pandemia de coronavirus murió Marcos Mundstock. Por su parte, Carlos López Puccio y Jorge Maronna son los dos únicos integrantes históricos y también los autores de las letras, la música y los arreglos de este nuevo show. Les Luthiers no muere con ninguno de sus integrantes y parafraseando –sin melancolía– sus palabras, logran que simplemente “todo tiempo pasado sea antes”.

Más tropiezos de Mastropiero es el primer espectáculo nuevo del grupo en 14 años (LA NACION/Marcelo Manera/)

Tras 55 años de historia, cambios de integrantes, portazos y alegrías la vigencia de Les Luthiers sigue viva como la primera vez y, a esta altura, su éxito es de todo menos fugaz.

La formación original de Les Luthiers, con sus miembros históricos

En 2017 este grupo con más de medio siglo de actuación fue distinguido con el Premio Princesa de Asturias, sumado al Grammy Latino de 2011 y a tantos otros merecidos reconocimientos.

 

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