Después de tres años de noviazgo (alguno más desde que se conocieron), Rosalía y Rauw Alejandro han trasladado su relación sentimental a la música para jolgorio general. La colaboración entre ambos se había convertido en una demanda recurrente para los fans de la pareja, ya sin duda una de las más populares de la industria musical. Y, tras el runrun, así ha sucedido, con mimo, personalidad y brillantez. Nadie pensaba en un EP de tres canciones para su primera colaboración, como -¡tachán!- el acabado de publicar ‘RR‘ (Sony Music). Todos los temas tendrán, además, su propio videoclip.
La portada del trabajo -“bien personal”, en palabras de Rauw Alejandro- son dos erres enfrentadas y entralazadas. El amor, la relación, el fervor inicial y el futuro prometido conforman este proyecto que se ha cocido el último año. Un EP, por cierto, que la pareja ha confesado que su primera idea era publicarlo el 3/3/23 (por eso de los tres años de noviazgo, las tres canciones…). “Pero los másters nunca llegaron”, dijo el puertorriqueño en un directo de Instagram y TikTok en el que han mostrado las canciones a sus seguidores. Y han lanzado que las presentarán “pronto por ahí en vivo”.
El tierno proyecto está compuesto de tres piezas distintas e independientes pero que de alguna manera encajan y narran un trayecto. Se hace evidente, para quien ya conozca a Rosalía, el trabajo de la catalana en la producción y su empeño en encontrar puntos de unión entre sonoridades distintas. No es tampoco el de Puerto Rico un hombre que circule por el camino llano del reggaetón, ni mucho menos, sino que luce cómodo en la experimentación en busca de una nueva galaxia pop.
Pero, en referencia a la producción (en los créditos les acompañan Noah Goldstein y Dylan Patrice), el propio Rauw Alejandro explicó en una entrevista que cedió en el diálogo creativo con la catalana, siempre tozuda y perfeccionista. Las letras, eso sí, nacen de cada uno y de cada uno son.
A continuación, desmigajamos el EP ‘RR’.
1) ‘Beso’
La atracción imparable, con el gesto universal del beso, y la dichosa distancia en las parejas con tendencia a ser nómadas cimentan la primera canción del EP (titulada, claro, ‘Beso’), de la que ellos adelantaron días atrás unos cuantos segundos para crear expectativa. “Amo siempre que llegas; y odio cuando te vas”, se confiesan uno al otro en una parte del contagioso estribillo, cuore de un tema pegajoso (por dulzón) como una nube de azúcar. Las teclas de un instrumento de cuerda arrancan -y guían por encima de los bombos y las cajas- una pieza que a ratos amaga con ser más bailable de lo que acaba siendo.
2) ‘Vampiros’
Rauw Alejando entra proclamando mensajes (‘ah! y mención a Barcelona) reforzados por el efecto del eco, un recurso ya conocido por el puertorriqueño, mientras los bajos van subiendo. Anuncia lo que es, según sus propias palabras, un “perreo galáctico, ‘hardcoroso’ y metálico“. Y, la verdad, es que uno entiende la definición segundos después de reproducir el tema. Sobre todo cuando aparece de manera escalonada la percusión que anuncia que sí, que viene el estribillo, y que sí, que viene perreo.
“Nosostros tenemos la calle prendía; salimos de noche, llegamos de día”, dicen en un diálogo que mantienen durante todo el tema, que también tiene sus momentos ‘hardcore’ cuando unas segundas voces se convierten en diabólicas. No es, por tanto, un reggaetón edulcorado, es oscuro y arrollador. Una fiesta sin mirar atrás (quizá como la que tuvieron semanas atrás en la sala Apolo a juzgar por algunas imágenes).
3) ‘Promesa’
‘Promesa’ es quizá la canción más apasionadamente romántica del EP, un tema cegador que mira hacia el futuro con optimismo. Como una pareja cualquiera que imagina con hacer los planes más vulgares y absurdos con una sonrisa incesante. “Quiero comer cerezas contigo; subir todas las montañas”, son ejemplos verbalizados por la de Sant Esteve Sesrovires. O, como canta Rosalía en un verso brillante: “Quiero vestime mal; y desvestirme mucho”.
Es un bellísimo bolero conducido por los insustituibles bongos que se mezclan con arreglos electrónicos precisos que van a más a medida que avanza la canción. Y en el que la voz de Rosalía destaca por encima de todo (a pesar del ejercicio notable de Rauw Alejandro). Es reseñable cómo se unen ambas voces en todo el EP, y cada canción con registros distintos.