(Corrige período de tiempo de ventas de acciones de Musk a
“desde fines del año pasado” en lugar de “la parte final del
año”)
Por Hyunjoo Jin y Greg Bensinger
22 dic (Reuters) – Elon Musk, presidente ejecutivo de
Tesla, dijo el jueves que no venderá más acciones del fabricante
de automóviles eléctricos durante dos años.
En un chat de audio en Twitter Spaces, Musk dijo que prevé
que la economía sufrirá una “grave recesión” en 2023 y que la
demanda de los consumidores será menor.
Las acciones de Tesla subieron un 3%, a 129,23
dólares, en las operaciones posteriores al cierre del jueves,
tras una caída del 11% en la sesión regular.
Musk ha prometido anteriormente que no venderá acciones de
Tesla, para luego seguir transfiriéndolas. La semana pasada,
Musk reveló una venta de acciones por 3.600 millones de dólares,
lo que eleva el total de transacciones a casi 40.000 millones de
dólares desde fines del año pasado y frustra a los inversores,
ya que las acciones de la empresa se encuentran en mínimos de
más de dos años.
“Necesitaba vender algunas acciones para asegurarme de que
hay pólvora seca (…) para prever el peor escenario posible”,
dijo el multimillonario.
Agregó que el directorio de Tesla está abierto a la recompra
de acciones, pero que dependerá de la magnitud de una recesión.
Musk afirmó que Tesla está cerca de elegir la ubicación de
su nueva “Gigafábrica”. Tesla podría anunciar la construcción de
una “Gigafábrica” en el norteño estado mexicano de Nuevo León
tan pronto como el viernes, con una inversión inicial de entre
800 millones y 1.000 millones de dólares, informó el lunes el
diario local Reforma.
Cuando se le preguntó si contrataría a alguien como el
capitalista de riesgo David Sacks para dirigir Twitter y así
poder centrarse en Tesla, Musk esquivó la pregunta y dijo que
Twitter era un negocio relativamente sencillo.
“(Twitter) es quizá el 10% de la complejidad de Tesla”, dijo
Musk.
Musk ha utilizado cada vez más la plataforma de audio en
directo de Twitter para opinar sobre sus productos y decisiones
estratégicas en la empresa de redes sociales que volvió privada
en octubre, en un acuerdo de 44.000 millones de dólares.
Algunas de sus apariciones han resultado polémicas, como un
intercambio con un antiguo ingeniero de Twitter que cuestionaba
su aparente plan de reescribir gran parte del código fuente de
la empresa.
(Reporte de Hyunjoo Jin y Greg Bensinger en San Francisco;
reporte adicional de Sheila Dang y Ken Lee; Editado en Español
por Ricardo Figueroa)