Vuelve la tensión a Tierra Santa. La violencia enquistada en los territorios ocupados de Palestina ha dejado nuevas muertes que lamentar en un 2023 con más asesinados por disparos de Israel que días. El nuevo gobierno israelí de extrema derecha, liderado por Binyamín Netanyahu, aplica la misma estrategia de agresión y arrinconamiento. El silencio de la comunidad internacional aumenta la impunidad del Estado hebreo mientras los palestinos sienten el abandono más allá de sus fronteras. A continuación, cuatro claves para comprender la última ofensiva israelí sobre los palestinos.
10 muertos en Cisjordania
Durante la mañana del jueves, tropas israelís irrumpieron en el campo de refugiados de Yenín en una redada para supuestamente desmantelar una célula de la Yihad Islámica, responsable de varios ataques contra Israel. Pese a que los militantes palestinos resistieron, la cifra de asesinados por fuego israelí en el lado palestino alcanzó los nueve muertos. Ninguno de los soldados hebreos resultó herido. La Autoridad Palestina lo tachó de “masacre”, ya que ha sido una de las jornadas más sangrientas en la Cisjordania ocupada de los últimos años. A lo largo del día, se sucedieron protestas en los territorios ocupados que acabaron con la vida de otro joven en Ramala. Los ataques del Ejército israelí acabaron con una veintena de heridos, cuatro de ellos en estado grave.
Respuesta de las facciones palestinas
Tras esta jornada trágica, la Autoridad Palestina (AP), encargada de gobernar Cisjordania, ha decidido anular el acuerdo de cooperación en seguridad con Israel. Esta medida ya se ha utilizado anteriormente a modo de protesta, pero las presiones israelís y estadounidenses, junto a la necesidad de las fuerzas palestinas para controlar sus territorios, han hecho que duren poco. Por su parte, desde Gaza, las milicias palestinas han lanzado cohetes hacia las localidades fronterizas con Israel esta madrugada. El Ejército hebreo ha respondido con bombardeos desde aviones de combate sobre una base militar de Hamás. No ha habido heridos en ambos bandos, y ningún grupo palestino ha reivindicado el lanzamiento de proyectiles.
Violencia enquistada
“Un palestino muerto por fuego israelí”. Los periodistas en Oriente Próximo han escrito este titular un total de 30 veces en lo que va de año. Las continuas incursiones militares israelís de madrugada en los territorios ocupados palestinos siguen cobrándose decenas de vidas palestinas. El pasado año al menos 170 palestinos, militantes y civiles, murieron víctimas de disparos israelís, convirtiéndose en el año más letal en tierra ocupada desde el 2007. Al otro lado, los ataques de palestinos mataron a 31 israelís, la cifra más elevada desde el 2014. Mientras la sangre palestina sigue corriendo este 2022, la comunidad internacional manda mensajes de lamento pero no actúa para detener la espiral de violencia israelí.
Extrema derecha en Israel
El ataque sobre Gaza es el primero desde que el gobierno de extrema derecha de Binyamín Netanyahu tomó posesión en Israel hace unas semanas. La presencia de ministros racistas y antiárabes augura tiempos aún más oscuros para los palestinos dentro y fuera del Estado hebreo. “Fantástico y profesional trabajo de los luchadores en Yenín, seguid matándolos”, ha celebrado el diputado Almog Cohen de Poder Judío. “Dado que las fuerzas israelíes asesinan a un palestino cada 21 horas, no estoy segura de que me resulta más perturbador: si escuchar a los políticos israelíes elogiar los asesinatos o no oír un fuerte llamamiento coral de la comunidad internacional para que Israel rinda cuentas”, ha denunciado Francesca Albanese, la relatora especial de la ONU en los territorios palestinos ocupados.