Qué es la enfermedad del beso y cuáles son los síntomas

La enfermedad del beso, también conocida como mononucleosis infecciosa, es una infección viral causada por el virus de Epstein-Barr (EBV).

El nombre “enfermedad del beso” proviene de la forma en que se propaga el virus, principalmente a través de la saliva, lo que significa que puede transmitirse a través del contacto cercano, como sucede con el acto de besarse, pero también puede propagarse a través del contacto con objetos contaminados, como vasos o cubiertos, y a veces a través de la tos y los estornudos.

Los síntomas de la mononucleosis infecciosa pueden incluir:

Fatiga extrema

Fiebre

Dolor de garganta

Ganglios linfáticos inflamados en el cuello y las axilas

Inflamación del bazo o del hígado

Erupción cutánea

La mononucleosis generalmente afecta a adolescentes, aunque también puede afectar a personas de cualquier edad. La enfermedad del beso no suele ser grave y, en la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en unas pocas semanas. El tratamiento suele ser de apoyo, lo que implica descanso, hidratación y medicamentos para aliviar los síntomas, como analgésicos y antipiréticos. 

Tampoco existe un tratamiento antiviral específico para la mononucleosis, ya que los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales. Sin embargo, esto va a dejar de ser pronto así, porque se ha descubierto recientemente que el virus de Epstein-Barr sí que puede contribuir a desencadenar una enfermedad mucho más seria.

Condición necesaria de la esclerosis múltiple

Un estudio realizado en el año 2022 en el que estuvieron involucrados más de diez millones de personas sugiere que la infección previa por el virus de Epstein-Barr (EBV), causante de la mononucleosis, sería una condición necesaria para que pudiera desarrollarse después esclerosis múltiple (EM), una enfermedad progresiva que afecta a 2,8 millones de personas en todo el mundo y para la que no existe una cura definitiva.

La suposición de que el virus de Epstein-Barr (EBV) es responsable de la esclerosis múltiple (EM) ha sido objeto de estudio durante mucho tiempo, pero este es el primer estudio que proporciona pruebas contundentes de una relación causal. Este avance es significativo, ya que indica que la prevención de la infección por EBV podría evitar la mayoría de los casos de EM.

Determinar un vínculo causal entre el virus y la enfermedad ha sido complicado debido a que alrededor del 95% de los adultos están infectados con EBV, la EM es una enfermedad poco común, y los síntomas de la EM suelen manifestarse aproximadamente diez años después de la infección por EBV.

El virus presenta una sorprendente prevalencia en la población, en contraste con la enfermedad degenerativa, que afecta aproximadamente a 60 de cada 100.000 individuos. Sin embargo, parece que entre quienes habían sido infectados por el EBV la probabilidad de padecer EM se multiplicó por 32. 

Así que encontrar una vacuna contra el EBV no es lo mismo que encontrar la cura a la EM, cabe esperar que la vacuna sea capaz de reducir el número de casos de EM. Además, el EBV también es responsable del 9% de los carcinomas gástricos, el 90% de los linfoepiteliomas gástricos, el 7% de los adenocarcinomas (tumores en el tejido glandular de los órganos) bien diferenciados y el 6% de aquellos pobremente diferenciados.

De momento hay dos vacunas candidatas en diferentes fases de investigación. La principal es mRNA-1189 y está siendo desarrollada por Moderna, una de las compañías que creó vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra el Coronavirus. A lo largo del 2023 es probable que aparezcan los primeros resultados de los ensayos con humanos, pues en 2022 se ha mostrado prometedora en los ensayos con ratones, hurones y monos. 

 

Generated by Feedzy