Cada vez son más personas las que se inician en el mundo del running.
Entre las ventajas de este deporte nos encontramos con que:
Fortalece los músculos y los huesosMejora la circulación de la sangreReduce el riesgo de sufrir diabetes, obesidad y enfermedades cardiovascularesAporta importantes beneficios para la salud mental.
Además, es un ejercicio físico que puede realizar cualquier persona, de cualquier edad, y que no requiere una especial equipación para ponerse en marcha, salvo unas buenas zapatillas.
Cómo elegir unas buenas zapatillas para correr
Es en este punto donde muchos “corredores” pueden tener dudas sobre cuáles son las más convenientes en cada caso, si lo que queremos es no lesionarlos ni sufrir sobrecargas en piernas y rodillas.
Y una las claves para elegir calzado para running están en el denominado drop de las zapatillas.
Como explica la presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), Pilar Nieto:
“Llamamos drop a la diferencia de altura que hay entre la parte delantera y trasera de una zapatilla, es decir, el tacón”.
La oferta de zapatillas deportivas es muy amplia y, como explica la podóloga, “podemos encontrar calzado deportivo que vaya desde el 0 hasta los 12 milímetros de drop. En un calzado cero veremos que el grosor delantero y trasero es el mismo”.
¿Qué drop es el más conveniente en unas zapatillas para correr?
Ante esta variedad, ¿qué drop es más conveniente en cada caso? Pues la experta señala que, a la hora de elegir unas zapatillas para practicar running, “lo importante es que cada corredor lo escoja en función de sus propias condiciones porque determinará claramente la zona donde se generarán impactos al correr”.
En concreto, las zapatillas con mayor drop harán que el pie esté más inclinado y que el primer impacto en el suelo al correr se genere en el talón. Por tanto, favorecerá la intensidad en esta zona. Sin embargo, en el calzado con menor drop lo que se conseguirá es mayor impacto en el centro y en el antepié.
Además, un mayor drop aumentará la carga sobre la rodilla y un menor drop la reducirá en esta zona, pero la trasladará hacia el tendón de Aquiles y la fascia plantar.
“Cuando un corredor tiene descompensada la marcha está más predispuesto a padecer lesiones como fascitis o talalgias debido a que hay un impacto continuo e intenso en una zona del pie en concreto”, detalla Pilar Nieto.
Desde el ICOPCV destacan que, para saber qué variante en más adecuada para cada runner, es esencial que un podólogo realice un estudio biomecánico de la pisada y de la carrera que permita evaluar que tipo de drop es más conveniente para cada deportista.
Por esto, es importante examinar qué condiciones físicas tiene el deportista para acondicionar las características de su calzado a su técnica de carrera, a sus rangos de movimiento y de fuerza.
Y no debemos olvidar que, en muchas ocasiones, no es necesario adquirir unas zapatillas nuevas, sino simplemente acoplarles unos soportes plantares a medida que compensen las carencias de drop de ese calzado.