El jueves por la noche, las puertas de la casa más famosa del país volvieron a abrirse para dejar entrar a Camila y a Ariel, los dos nuevos participantes de Gran Hermano (Telefe). Su llegada generó un revuelo tanto dentro como fuera del reality.
En menos de 24 horas, el ingreso del parrillero de Berazategui se vio teñido por la controversia luego de que se viralizara un video que demuestra que ya conocía a una de las jugadoras.
“Era muy fachero, pero pasaron cosas, pasaron las harinas”, dijo Ariel Ansaldo a modo de introducción, minutos antes de entrar a la casa. Y remató: “Me he convertido en una inmadurez hermosa de 140 kilos”.
Risueño y con una gran predisposición a no tomarse nada en serio, el hombre de 45 años oriundo de Berazategui aseguró que su plan es divertirse y generar un poco de caos dentro de la casa. Sin embargo, lo que no se imaginaba es que menos de un día después de su entrada triunfal, ya protagonizó su primer escándalo en el exterior.
Al verlo por primera vez en el programa, la audiencia no tardó en buscar sus redes sociales para conocerlo mejor. Así, trascendió un video que él mismo compartió varios años atrás en el que busca promover la parrilla que inauguró antes del estallido de la pandemia.
“Nada mal para un sábado, eh. Hago videitos para mi quincho. Acá las chicas entrenando un sábado”, dijo desde un gimnasio, mientras se acercaba a las jóvenes. En respuesta, una de ellas exclamó: “Está muy bien. ¡Vayan al quincho!”. Lo que la gente no se esperaba es que, la joven que habla, es nada más y nada menos que Lucila “la Tora” Villar, la quinta eliminada del reality y oriunda también de Berazategui.
Como resultado, los usuarios de las redes empezaron a tejer teorías sobre un posible arreglo desde la producción. “¿Todo acomodo?”, “La Tora le pasó el CV”, “Demasiado turbio todo”, “Todo arreglado, che” y “¿Me estás cargando? Ahora falta que la ingresada por repechaje sea La Tora y ahí tienen a los finalistas favoritos de la producción”, fueron solo algunas de las críticas de los televidentes.
