Poesía en casa: “Cuando el autor lee con su cadencia, su forma de decir, su respiración, hace que el poema crezca”

Las plataformas de internet todavía alojan recursos poéticos además de algorítmicos. Un canal de videopoesía ideado en abril de 2019 sobrevivió a la pandemia y continúa sumando voces de la Argentina, América Latina y Europa. “Leyendo poesía en casa”, creado por la escritora pampeana Anamaría Mayol, acerca poemas en las voces de sus autores, que leen desde distintos rincones de sus hogares. “Es invitar a mis amigos a una tertulia, como dicen los chilenos, a un encuentro en casa, mediante videos grabados con el celular, con los autores leyendo poemas en un ambiente distendido -dice Mayol a LA NACION desde San Martín de los Andes-. Estoy convencida de que la poesía hay que decirla en voz alta”. Para conocer el proyecto hay que sintonizar en YouTube “Leyendo poesía en casa”.

La escritora Anamaría Mayol, creadora de “Leyendo poesía en casa”

El canal ya tiene más de 1500 videos de poetas de diferentes lugares de la Argentina, América Latina y Europa, además de algunos países árabes, y más de cien mil visualizaciones. Colabora con Mayol su pareja, el escritor Tomás Therisod: ambos participan con lecturas de poemas y juntos presentaron un proyecto al Fondo Nacional de las Artes para hacer un programa de radio destinado a la difusión de la poesía en voz alta. “En algunos programas de radio han reproducido los audios de ‘Leyendo poesía en casa’ en la voz de los autores -cuenta Mayol-. He socializado estos videos en las bibliotecas parlantes de diferentes lugares y ansío lograr que realmente sea una gran casa donde todos nos podamos encontrar”.

“El principal objetivo es difundir poesía de poetas vivos, que hablen de nuestro tiempo, comprometidos con la realidad -dice Mayol-. Está dirigido a todos los que aman la palabra y creen en ella como un instrumento de cambio. La intención final es acercar a los jóvenes y adolescentes a la poesía, muchos de los cuales se encuentran más inclinados a ver y escuchar videos que a leer. Socializar videos con poesía viva surge de la convicción de la existencia de una musicalidad, un ritmo y un color intrínsecos en cada poema. Escucharlo en la voz de los creadores toma otra dimensión”.

Para la autora, que ha publicado varios libros de poesía (Rara especie el amor, No se trata de mí, Ventanas rotas y Mareas rojas, entre otros) y ganó premios nacionales e internacionales, “cuando el autor lee con su cadencia, su forma de decir, su respiración, hace que el poema crezca, con el plus de la emoción que genera en su creador”.

Mayol es profesora de Historia y Geografía y cuenta con posgrados en ordenamiento territorial y gestión ambiental. “Nací en La Pampa en una familia de escritores; mi abuelo escribía cuentos, mi madre también escribe -revela-. Publiqué quince libros de poesía y en un determinado momento noté que había pocos espacios para que los poetas pudiéramos recitar o leer nuestras obras; solo algunos festivales de poesía muy puntuales. Y pensé que sería lindo recibir a mis amigos en casa y escucharlos, así que aprovechamos las redes y la tecnología para hacer un espacio federal y democrático”.

Gracias a un premio que recibió en 2000 en su provincia natal (el del Fondo Editorial Pampeano por Riconto), pudo viajar por América Latina y hacer nuevos amigos poetas, a los que invitó a leer poesía en casa. Entre otros, aceptaron el convite la uruguaya Alba Marina Riverón, los portorriqueños Antonio Ramírez Córdova y María Juliana Villafañe, los chilenos Leo Lobos y Oscar Mellado Temuco, el colombiano Jaime Londoño y los mexicanos Roberto Arizmendi, Rossana Camarena y Mónica Suárez, entre muchos otros. Luego amplió la convocatoria a poetas de la Argentina, “donde hay tantos buenos poetas que se conocen poco, por fuera de los nombres que se monopolizan en las grandes ciudades”, acota.

Fabio Cardarelli desde la ciudad de Córdoba, María Laura Coppie en la ciudad de Buenos Aires, Cristina Venturini en San Martín de los Andes, Miguel Pérez Mateos desde San Rafael, María Cristina Chiama desde Laboulaye, Néstor Fenoglio desde Rosario, Leonardo Herrmann desde Bahía Blanca, Águeda Franco desde General Pico y Osvaldo Rasseto en Ciudadela son solo algunos de los cientos de poetas que leen desde sus casas. Con solo visitar el canal de YouTube “Leyendo poesía en casa” se comprueba el carácter federal de una curaduría plural en términos estéticos.

“Con la pandemia, la difusión online ha sido de mucha utilidad -dice el escritor Samuel Bossini a LA NACION-. ‘Leyendo poesía en casa’ es un ciclo que Anamaría Mayol ha instalado con sumo esfuerzo y constancia. Desde su plataforma construye un acercamiento valioso a la poesía desde el sur de nuestro país, difundiendo diferentes registros poéticos, dando una bella luz en un mundo complicado y, en ocasiones, muy alejado de la poesía”.

“Me enorgullece que luego de la pandemia el canal sigue, los poetas siguen mandando videos y aumentan los suscriptores -dice Mayol-. No soy de la generación de los youtubers; lo hago porque amo la poesía y me encanta difundirla. Casi todos los días convoco a los poetas y siempre llegan respuestas”. A futuro, Mayol sueña con “invadir con poesía las redes, las aulas, las fábricas, la calle, hacer conocer a escritores trascendentes en otros países o en sus regiones, democratizar la palabra, romper con la hegemonía cultural de las grandes ciudades capitales y mostrar otras voces, tal vez más significativas que las que el mercado editorial ofrece”. Haga clic en los videos de “Leyendo poesía en casa” para encontrarse con los poetas en el ciberespacio.

Un poema de Anamaría Mayol

Vengo de otro país

del otro barrio de mi país

igual al otro

al otro y al otro

del barrio pobre de latinoamérica

toda pobre

mutilada dolida desgarrada

pero siempre de pie

vengo de ver el verde

sentir la entraña del hambre

el verde hambre descalzo

largo

ancestral

de ver los rostros del mar

hechos de sal y sol

barcos esperas naufragios

de sentir en mis vísceras

la negritud en patas

esclavitud e historia

silencios gritos

soy la turista del Tercer Mundo

la crónica burguesa para narrar la muerte

la exclusión la injusticia

la blanquita latina europea

de un pobre país vecino

que tuvo pretensiones de Primer Mundo

vengo con este grito en la garganta

atravesando el sur del continente

este verde dolor

mojado por las lluvias

vengo del otro barrio de mi país

de los suburbios de un poema

que se duele en la piel

De Rara especie el amor

 

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