Pensaban que su hija era intolerante a los lácteos, pero descubrieron algo que los destruyó: “No había tratamiento”

Una bebé de un año falleció repentinamente dos días después de su primer cumpleaños y la noticia desconcertó a su familia, quienes la conocían como una persona saludable, sonriente y llena de vitalidad. El hecho se produjo en Gales, Reino Unido y la historia conmovió a todos los habitantes.

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El deceso se produjo el 12 de febrero del 2020, en el inicio de la pandemia del Covid-19, según informó The Sun. La pequeña vivía con sus padres, Andrew y Catherine Jeans, y su hermano Oliver. En diálogo con el medio británico, la pareja reveló que la situación los tomó por sorpresa y que nunca imaginaron que su hija atravesaba una enfermedad mortal.

La pequeña Rose murió solo dos días después de su primer cumpleaños (Foto: Catherine Jeans/Media Gales)

En principio, aclararon que los médicos les habían informado que Rose era intolerante a los lácteos. Asimismo, los estudios que le realizaron cuando tenía seis meses no arrojaron ningún resultado extraño. “Tenía problemas intestinales menores”, explicó Catherine. Sin embargo, meses después, su salud se complicó: “La llevamos de urgencia al Hospital Infantil Arca de Noé, en Cardiff, porque seguía frotándose la frente y jugando con su cabello”.

La inquietud de la familia no fue desacertada y las investigaciones en torno a los síntomas que presentaba dieron un resultado devastador. “Los médicos encontraron varias masas en su cerebro”, comentó Andrew en declaraciones con Wales Online.

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En principio, los profesionales pensaron que se trataba de una marca de nacimiento benigna, pero tras una exploración más exhaustiva se percataron que era algo más grave. “El gran tumor en su columna vertebral es lo que había estado causando los problemas intestinales”, recordó la mujer.

Después de semanas de pruebas, que incluyeron resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y cirugías, los profesionales llamaron a Andrew y Catherine para informarles lo que investigaron: “Nos dijeron que tenía un cáncer agresivo llamado rumor teratoide rabdoide atípico, que no había tratamiento para ella y que solo estaría con nosotros unas pocas semanas. El 10 de febrero fue trasladada a Ty Hafan, un hospital para niños con vida limitada con sede en Sully, Vale of Glamorgan”.

Los cuatro integrantes de la familia (Foto:Catherine Jeans/Media Gales)

Al poco tiempo, el cuerpo de la bebé no aguantó más la enfermedad y, lamentablemente, falleció. Todo pasó tan rápido que la familia aún se encuentra en shock por todo lo que vivió. “La única forma en que puedo describir lo que pasamos es como una especie de batalla de guerra. Lo que pasó mi niña en tan poco tiempo fue horrible, pero no se quejó, simplemente siguió adelante”, relató su madre al medio citado.

Si bien el asunto en cuestión hizo que su vida de un giro radical, ambos admitieron que salieron adelante gracias al apoyo de sus seres queridos. “Estamos tan increíblemente orgullosos de ella, nos la enviaron como un pequeño regalo por cualquier motivo. Es tan brutal lo perfecta que era y no le dio a nadie señales de lo que estaba escondiendo”, manifestaron.

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Por último, se refirieron al cuidado que les brindó Ty Hafan y les agradecieron por todo lo que hicieron: “Nos dieron privacidad, pero también nos dejaron tener a toda la familia a nuestro alrededor. Les permitieron estar allí para nosotros, es un ambiente hogareño”.

La pareja con su hijo Oliver afuera de Ty Hafan (Foto: Ty Hafan)

En la actualidad, la pareja da charlas motivacionales sobre cómo es vivir con la ausencia de un hijo y remarcan la importancia de realizarse chequeos médicos para la detección temprana de enfermedades.

 

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