Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (ATH), dialogó con REPORTUR.com.ar acerca de su participación en la ReformBNB en Tokio, la situación de los alquileres turísticos temporarios y los desafíos de la hotelería en Argentina.
¿Cuál es la situación de la actividad hotelera, estamos en un año de crecimiento o seguimos en recuperación?
Depende de qué mercado hablemos. En julio el mercado recreacional vacacional estuvo a la par de 2019 en cuanto a la demanda, porque además estuvo muy bien complementado por el mercado brasilero. En cambio, el mercado internacional todavía está un 45% por debajo de lo que era en 2019 por lo cual todavía le falta recuperarse.
En esta temporada de verano, el turismo recreacional ha mermado un poco, en parte porque mucha gente ha decidido volver a viajar al exterior, a destinos como Brasil, Chile, o Uruguay; por otro lado, los turistas aprovecharon el boom del previaje y todas las escapadas durante el año entonces ahora frenan. Es una tendencia que se ve a nivel mundial, que hubo un pico de demanda de turismo interno pos pandemia y luego hubo una merma. Obviamente que la Costa Atlántica tiene muy buena temporada, los cruceros por suerte han regresado a Tierra del Fuego, que el año pasado por el cierre de las fronteras fueron a Chile. Hay muy buenas perspectivas, aunque aún falta para llegar a los niveles del 2019.
¿Y en relación al sector MICE?
El turismo corporativo y turismo de reuniones, que en general un mercado más amplio y más extenso desde marzo hasta diciembre, tuvo un rebote más grande de lo esperado en el 2022. Se realizaron muchos congresos y convenciones que en general llevan 2 años de organización, que se pudieron desarrollar en el lapso de meses. Fue muy positivo, principalmente los meses de septiembre, octubre y noviembre para destinos como Mendoza Capital, Cordoba Capital y Ciudad de Buenos Aires, mejores de los esperado. Todavía no a niveles históricos de 2019 pero a niveles pero mejores de los esperados.
Recientemente participó de la ReformBnB, ¿Cómo es la situación de los alquileres turísticos temporarios en nuestro país?
Con respecto a alquileres temporales no hay avances, de hecho las tragedias siguen sucediendo y los controles no. En síntesis es la necesidad de voluntad política, Japón ha demostrado que si de verdad se quiere, se puede.
La verdad es que es muy compleja la situación, porque va creciendo la informalidad en el turismo a través de los alquileres temporarios y a su vez se va reduciendo no solo proporcional sino también nominalmente la oferta de hotelería formal. Esto sucede porque si no hay ningún control a la informalidad, es mucho más rentable ser informal. Esperamos que en algún momento se revierta, nosotros hemos puesto todas nuestras herramientas a disposición para que esto cambie. (AHT participó de la ReformBnB que pide mayor transparencia, registro y controles)
¿Cuál es el problema de los alquileres temporarios?
Lo que se está desarrollando en alquileres temporarios no es un departamento dentro de un edificio, el problema de los alquileres temporarios son lo que nosotros denominamos hoteles encubiertos. Se trata de establecimientos que tienen habitaciones, que tienen un lobby, una pileta, gimnasio, en definitiva son inversiones que podrían ir a la hotelería formal. Pero, por un aspecto de rentabilidad y por la falta de control en las últimas décadas, se sabe que no hay ninguna consecuencia de invertir en turismo en la informalidad, que en este país es mucho más rentable. Cuando ocurre una tragedia hay que entender que es responsabilidad del alojamiento y de los gobiernos municipales y provinciales. Justamente lo que hizo Japón fue generar una comisión integrada por la municipalidad, la provincia y el gobierno nacional para resolver cualquier problema. Claramente, cuando hay voluntad se puede resolver, es un conflicto que lo tiene todo el mundo y en algunos destinos pudieron encaminarlo.
¿Qué otros desafíos afronta la hotelería?
Hay muchos desafíos, uno de los más históricos, es que en el mundo el turismo tiene un IVA del 10,5% porque no tiene para compensarlo al ser principalmente mano de obra el componente. En la mayoría de los destinos del mundo esto se ha logrado, excepto en Argentina.
Además, hay desafíos en la política turística, por ejemplo, con la demanda de conectividad internacional, tiene que ser más accesible, realmente las tarifas aéreas son superiores a la media mundial por kilómetro recorrido. Y también la oferta de conectividad para recuperar el segmento internacional.
Estas problemáticas atañan tangencialmente o indirectamente a la hotelería; nosotros siempre acompañamos y participamos de los procesos que pueden mejorar aquello que nos impactan que es la llegada de los turistas internacionales.
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