El exministro de Hacienda y Finanzas en el Gobierno de Mauricio Macri, Alfonso Prat-Gay, indicó que se va hacia “un mundo cada vez más incierto”, pero que es la oportunidad para que la Argentina se inserte.
En un panel en la Jornada Nacional del Agro (Jonagro), organizada por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), puntualizó que “no se tiene que subestimar el tamaño del desafío que va a tener el próximo Gobierno”. Instó a “sacarle la pata al productor”.
Durante un debate del que también participaron el politólogo Andrés Malamud; la directora de Innovación y Desarrollo de Grupo Insud, Graciela Ciccia, y conducido por la periodista de TN Carolina Amoroso, se habló de la producción de alimentos, energías y transición energética y las posibilidades que tiene la Argentina en el mundo en estos temas.
El economista hizo mención a la “orfandad absoluta” de reglas de juego, la falta de inversión en infraestructura, a las retenciones y la falta en la capacidad de proyectar. “A pesar de esto, el sector agropecuario argentino sigue siendo competitivo y aggiornándose a todas las tecnologías”, aventuró en el evento que se desarrolló en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“No hay duda que, si le sacamos la pata de encima al productor y le ordenamos mejor la cancha, la potencia del sector es incalculable”, puntualizó.
Para el exministro de Hacienda y Finanzas, la transición energética también significa una oportunidad inmensa para que el país se despliegue. “Europa y el resto del mundo desarrollado va a necesitar de la energía que se produce en América Latina. Nosotros hemos visto cómo cambió de color la postura de Estados Unidos respecto de Venezuela…”, ejemplificó.
Carolina Amoroso, Alfonso Prat-Gay y Graciela Ciccia durante la Jonagro (Cortesía CRA/)
Sostuvo que hay una certeza de que “se está acabando el populismo en la Argentina”. Explicó: “Lo estamos viendo hoy con muchísima claridad y la consecuencia más palpable es el nivel de inflación, donde la Argentina está en un nivel 100% anual, y la última vez que se cruzó el 100% desde abajo hacia arriba fue en 1974 con el Rodrigazo. Desde entonces nos tomó tres o cuatro programas de estabilización. Lo digo para que no subestimemos el tamaño del desafío que va a tener el próximo Gobierno”.
El resto del panel
En tanto, Malamud, vía zoom, habló de cómo afecta la guerra en Ucrania, donde este país junto a Rusia son los más importantes en la producción de trigo, cebada y maíz, entre otros productos.
Según explicó, América Latina no está en la mesa de las negociaciones surgidas por el conflicto bélico y cada vez es “menos relevante”.
Apuntó que América Latina “no es el continente pobre”, sino que trabaja en un nivel de informalidad muy alto, y que también tiene condiciones de desorganización urbana en los que hay que focalizar.
“El mundo se está convirtiendo en oportunidad para un continente que produce y exporta alimentos y energía. La última oportunidad fue hace un siglo, para la Argentina en 1900, la mala noticia es que aprovechar la oportunidad depende de nosotros”, advirtió.
Andrés Malamud participó de manera virtual en la Jonagro (Cortesía CRA/)
Ciccia, en tanto, hizo un panorama sobre “las cosas que apasionan” a los argentinos y el papel que juega la biotecnología en el país. La experta explicó que esto está presente en todos los alimentos, las vacunas, en el agro y organismos genéticamente modificados, insumos, ganadería y su mejoramiento genético.
“La biotecnología moderna utiliza ingeniería genética, que no hay que tenerle miedo, solo es una biotecnología que nos ha posibilitado muchos avances en la agricultura, la ganadería. Estamos rodeados de biotecnología cuando tomamos un medicamento, en todos los sectores industriales y el medioambiente”, explicó.
También dijo que la Argentina tiene un lugar privilegiado para el desarrollo de negocios biotecnológicos. “Lo importante son los recursos humanos, tenemos recursos especializados en biotecnología, existe desde hace 30 años y no solo son científicos, sino que son tecnólogos. En el país hay industria, lo vimos en pandemia, hubo tecnólogos que se enfrentaban a los desafíos de hacer algo aplicado y no solo en los papers. Y si no hubiese industria, no tendríamos soja resistente a la sequía. Esto existe, no es dato”, explicó.