Pablo Casado admite al juez que no contrastó los bulos contra la escuela catalana

El expresidente de PP Pablo Casado ha admitido ante el juez Barcelona que no contrastó los bulos sobre la escuela catalanas y la discriminación del castellano y que la información la sacó de medios de comunicación, según fuentes jurídicas. El exdirigente popular ha sostenido que su intención era defender a la familia de Canet de Mar que “estaba sufrido odio” y que sus palabras críticas iban dirigidas contra las consignas de los partidos políticos que gobernaban en Cataluña, en esos momentos Junts y ERC, no hacia los ciudadanos catalanes. “Lo volvería a hacer”, aseguró Casado, que ha declarado en calidad de investigado a través de videoconferencia.

Las polémicas manifestaciones de Casado fueron en diciembre del 2021 en un acto del PP en A Coruña. “¿Se puede tolerar que hay profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan en castellano? ¿Se puede tolerar que haya niños que por hablar castellano en el recreo les metieran piedras en las mochilas? ¿Se puede tolerar que a los hijos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional se les señale en clase y se diga que estos niños no pueden estar integrados?”, dijo el entonces presidente del PP.

El que fuera dirigente popular se refería la polémica desatada en una escuela de Sant Andreu de la Barca, donde supuestamente se había discriminado a hijos de oficiales por haber intervenido en las cargas policiales en el 1-O. También aludía a la situación de una menor de Canet de Mar, cuyos padres ganaron un pleito para que se impartiera el 25% de las clases en castellano en un colegio de esta localidad. A los pocos días, la Generalitat presentó una querella contra él, que está siendo instruida por el Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona.

La inviolabilidad parlamentaria

Casado ha contestado a las preguntas del juez y de su abogado, pero no a la de la Generalitat ni a la acusación popular, en nombre del Equipo d’Advocats Indepedents. La fiscalía no ha comparecido. En su interrogatorio, de alrededor de una hora, el exlider conservador se ha defendido aludiendo a la “inviolabilidad parlamentaria”, un derecho, a su entender, que también le protege cuando está fuera de la cámara. En este caso, las efectuó en un acto del PP.

Al ser preguntado de donde había sacado la información sobre la discriminación de los alumnos que hablan en castellano, el expolítico ha detallado los medios de comunicación que habían publicado artículos al respecto, concretando, incluso, los titulares de algunos de ellos (uno de esos escritos era una entrevista a una monitora de comedor). En este sentido, atacó a la Generalitat, que ejerce la acusación, al asegurar que el Ejecutivo catalán no había presentado querella alguna por esas noticias y, en cambio, si contra su persona. Ha reconocido, eso sí, que llegó a hablar con la niña de Canet de Mar y con su familia.

Aunque durante su interrogatorio no fue tan explícito, en un recuro contra una decisión del juez sobre el asunto, Casado subrayó que sus palabras en el mitin gallego fueron “lícitas”, que solo reflejaban informaciones publicadas por los medios de comunicación y que lo hizo en el ejercicio del derecho a la libertad de información, a la vez que aludía a la inviolabilidad parlamentaria. Este último argumento fue rechazado por el juez, pues las manifestaciones fueron en un acto de partido, pero él ha insistido y ha recalcado que participó como parlamentario. En este sentido, el exdirigente popular ha afirmado en su declaración de este lunes, que parlamentarios catalanes “han dicho muchas cosas” y no se les persigue como a él. Casado ha intentado expulsar del proceso a la Generalitat.

 

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