Otro ‘evento ómicron’ puede ocurrir

Nuestra memoria pandémica tiene corto alcance, pero el Black Friday del año pasado fue un viernes realmente negro: aquel 26 de noviembre, el miedo a una nueva variante del SARS-CoV-2 detectada en el sur de África cerraba fronteras y hundía las bolsas. La OMS la declaraba de inmediato variante de preocupación y avisaba de un mayor riesgo de reinfección. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tuvo que salir a la palestra para anunciar medidas de blindaje ante el nuevo linaje del virus, que luego se designaría con la letra griega ómicron. Un año más tarde, científicos que monitorizan la evolución del coronavirus advierten que el escenario podría seguir como hasta ahora, con múltiples subvariantes más transmisibles pero menos severas que delta, pero también podría producirse otro “evento similar a ómicron”: la aparición de una variante de preocupación muy diferenciada, tal vez surgida de delta, de la que quedan reservorios, de una persona con infección crónica o incluso de animales infectados.

El propio ministro de Sanidad de Alemania, Karl Lauterbach, que también es epidemiólogo, se ha referido esta semana a esa posible evolución: “Un escenario es el callejón sin salida de ómicron a través de mutaciones convergentes. Eso sería bueno. Pero hay otros escenarios, como una combinación de variantes o un desarrollo delta”, apuntó.

Lauterbach compartió en Twitter lo que definió como un “estudio muy interesante”, titulado ‘Evolución del SARS-CoV-2, post-ómicron’, liderado por el científico británico Thomas P. Peacock, del departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres. Este trabajo, realizado con la ayuda de investigadores independientes de varios países, plantea la posibilidad de que los más de 500 sublinajes de ómicron que circulan actualmente en el mundo sean superados en el caso de un segundo “evento similar a ómicron”.

Over the past few months something interesting has happened with the evolution of SARS-CoV-2 – rather than discrete clonal(ish) waves of BA.1, BA.2 and BA.5 we’ve seen huge diversification of lineages – to explain whats going on we’ve written a report:https://t.co/Lp89P3VP6L

— Tom Peacock (@PeacockFlu) 26 de noviembre de 2022

El artículo, publicado en el portal Virological.org, apunta que “la aparición de una variante con un trasfondo genético delta es de particular preocupación”, aunque “es muy posible que la patogenicidad intrínsecamente más alta de delta bien podría haber cambiado al resurgir”. Peacock y su equipo recuerdan que todavía se secuencian muestras de delta, la variante detectada en la India en octubre de 2020 y considerada la que produce enfermedad más grave. Lo más probable, explican, es que dichas secuencias representen infecciones crónicas en curso, como lo ejemplifica la aparición de variantes recombinantes como XBC y XAY –la “X” del nombre indica recombinación–, que proceden –según su hipótesis– de pacientes infectados con delta que luego se sobreinfectaron con la subvariante BA.2 de ómicron.

Persiste el debate científico sobre su origen

Diversos ancestros de ómicron circulaban en África en agosto de 2021, antes de que se publicaran los primeros informes sobre esta variante en noviembre de 2021. Así lo asegura un estudio sobre los orígenes de ómicron publicado en la revista ‘Science’ por investigadores del hospital público universitario Charité de Berlín, que utilizaron secuencias de virus de 22 países africanos. El trabajo sugiere que ómicron surgió a lo largo de varios meses en diferentes países africanos, por lo que cuestiona las dos hipótesis principales: que el virus evolucionó en un animal antes de saltar de nuevo a un humano o que desarrolló múltiples mutaciones durante meses en una persona con un sistema inmunitario comprometido.

Sin embargo, el investigador Tulio de Oliveira, uno de los descubridores de ómicron en Sudáfrica, y otros científicos, han cuestionado estas conclusiones y han apuntado “debilidades” del estudio. “Los resultados no rechazan ninguna de las tres hipótesis de la evolución de ómicron (es decir, ubicación sin muestrear, individuo inmunosuprimido o reservorio animal)”, señaló De Oliveira en su cuenta de Twitter. Este científico de origen brasileño fue quien primero hizo sonar la voz de alarma sobre ómicron en un hilo de Twitter que retumbó en todo el mundo el 25 de noviembre de 2021.

Like many scientists, I am also not convinced that Omicron evolved stepwise in Africa and was undetected for months. In the next tweets, I highlight some of my thoughts on this report and highlight some of the weaknesses. 1/x https://t.co/KFqgGBs539

— Tulio de Oliveira (@Tuliodna) 4 de diciembre de 2022

El norteamericano Ryan Hisner, uno de los “cazadores de variantes” que participaron en este estudio, opina que “podría ocurrir otro evento similar a ómicron”. “Nadie sabe si sucederá o cuándo, pero hay personas que han estado albergando infecciones crónicas desde mediados de 2020 y algunos de estos virus implican saltos genéticos incluso más grandes que el ómicron original”, que tenía más de 50 mutaciones nuevas, y cuyo origen todavía está en discusión. “Aún hay grandes reservorios o linajes pre-ómicron ahí fuera”, señala Thomas P. Peacock.

La Organización Mundial de la Salud se mantiene también vigilante. Las vacunas siguen evitando en buena medida la enfermedad grave y la muerte, pero su efectividad decae con el tiempo. La acumulación de mutaciones en subvariantes como BQ1 y BQ1.1 ha provocado que ya no haya anticuerpos monoclonales efectivos para estos sublinajes, y que el Evusheld –un preventivo preexposición– haya perdido eficacia, si bien estos tratamientos se utilizan poco en España.

Si una nueva variante causase enfermedad más grave –si recuperase su afinidad por las vías respiratorias bajas, por ejemplo–, habría que variar la estrategia, advierte la OMS. Avisa también de que existe cierta “desconfianza”, ya que el testeo y la secuenciación “están disminuyendo a nivel mundial” y las secuencias que están disponibles “no son representativas a nivel global, ya que la mayoría de ellas proceden de los países con altos ingresos”.

La encrucijada de China

Un factor a tener en cuenta en la futura evolución de la pandemia es el cambio de estrategia de China. La máxima responsable china de la lucha contra el covid ha admitido que los esfuerzos del país para combatir el virus están entrando en una nueva fase. “A medida que la variante ómicron se vuelve menos patógena, más personas se vacunan y nuestra experiencia en la prevención aumenta, nuestra lucha contra la pandemia está en una nueva etapa”, dijo la viceprimera ministra, Sun Chunlan, el pasado miércoles. Su discurso, que coincide con la relajación de la estricta política ‘covid cero’ de China en varias ciudades, incluyó un llamamiento a los ancianos a vacunarse. Persisten bolsas de no vacunados entre los sectores de mayor edad. La grave ola de ómicron de este año en Hong Kong es un ejemplo de lo que podría ocurrir.

“Los vacunados con SinoVac, la vacuna china utilizada ampliamente en ese país, tienen tres veces más probabilidades de sufrir una enfermedad grave que las vacunadas con una de las vacunas de ARNm”, apunta al SMC de Reino Unido Mark Woolhouse, profesor de Epidemiología de la Universidad de Edimburgo. “Incluso con una mayor cobertura, existe la posibilidad de una ola de muerte y enfermedad mucho mayor que la que ocurrió en Australia o Nueva Zelanda”. Sin embargo, el presidente chino Xi Jinping ya ha dejado claro que no piensa importar las vacunas de ARNm utilizadas en Occidente.

Un llamamiento a la calma

El 5 de diciembre de 2021, hace exactamente un año, la inmunóloga África González publicaba en Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, el artículo titulado ‘La variante ómicron, un llamamiento a la calma’. Entre otros aspectos, apuntaba que el que esta variante fuera más contagiosa “no necesariamente está directamente relacionado con gravedad y letalidad”. “Por ahora es pronto para saber cómo se va a comportar ómicron y se necesitarán unas semanas para ver su repercusión”, decía la catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo. El tiempo parece haberle dado la razón: ómicron ha demostrado ser menos severa que delta, aunque el incremento de casos haya derivado en un alto número de ingresos y muertes por covid.

La conclusión del artículo sigue plenamente vigente: “Tenemos la mejor arma para protegernos de enfermar: la vacunación, junto a medidas eficaces para evitar el contagio, tales como la mascarilla, evitar aglomeraciones y una ventilación frecuente y amplia en interiores”.

 

Generated by Feedzy