Convertir el peligro en oportunidad, de eso se trata.
Quienes la rozaron alguna vez sin querer saben de qué se trata: la ortiga, en el contacto con la piel, causa picazón, ardor y genera la aparición de ronchas, que si bien desaparecerán en poco tiempo, son molestas y dolorosas.
La palabra “urticaria”, en efecto, proviene del nombre científico de esta especie, Urtica urens.
Sin embargo, a pesar de su fama de peligrosa, la ortiga tiene muchos beneficios si se sabe emplear. Eso sí: para manipularla, habrá que hacerlo con guantes o una pinza y mucho cuidado, de esa manera se podrá evitar una reacción incómoda en la piel.
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Fertilizante casero para el jardín
La planta de ortiga sirve para preparar un fertilizante líquido, rico en nitrógeno, que ayudará a las plantas a tener mayor resistencia a plagas y enfermedades en general, tanto en la huerta como en el jardín.
El proceso es muy simple:
Recoger las plantas de ortiga con guantes para protegerse de los pelos urticantes (se pueden reemplazar por consuelda).Colocarlas en un recipiente con agua en la proporción de 1 kilo cada 10 litros de agua.Mezclar para que las plantas queden sumergidas.Tapar la preparación y dejar reposar durante varias semanas, revolviendo cada tanto.Cuando la mezcla esté podrida, se puede filtrar.Utilizar el líquido diluido en 10 partes de agua.La materia sólida puede incorporarse al compost.